Chutney de tomatitos

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PRESENTACIÓN

El chutney de tomatitos es una deliciosa variante de esta típica salsa de origen indio, ideal para revitalizar platos de sabor más neutro. A partir del siglo XVII, gracias a la importación inglesa, también los paladares occidentales han podido probar esta salsa de acompañamiento, un poco gelatinosa, un poco similar al relish, pero con una consistencia y un sabor únicos.
Preparado en versión dulce o salada, el chutney, junto con los pepinillos indios, es mucho más que una salsa de acompañamiento. En India es uno de los componentes fundamentales de la comida y es parte del patrimonio gastronómico de la cocina de este país. Su preparación es muy sencilla: basta con elegir una fruta, una especia o una verdura, en este caso los tomatitos, añadir azúcar, vinagre y dejar cocer durante mucho tiempo hasta que la mezcla se espese. Luego hay quien lo prefiere más líquido y quien lo prepara conservando la pulpa, como en esta receta, donde los tomatitos no se deshacen completamente. Preparad, por lo tanto, vuestro chutney de tomatitos para sazonar y dar un toque un poco mediterráneo y un poco exótico a vuestra carne, al arroz o a las verduras... o servidlo junto con los samosa, ¡para un aperitivo al más puro estilo indio!

INGREDIENTES
Ingredientes para 750 g de chutney
Tomates cherry 1 kg
Azúcar moreno 100 g
Vinagre de manzana 200 ml
Cebollas blancas 1
Clavos de olor 2
Sal fina 10 g

Preparación

Para preparar el chutney de tomatitos, empezad lavando y secando bien los tomatitos. Luego colocadlos sobre una tabla de cortar y partidlos por la mitad 1. Después pelad la cebolla blanca, partidla por la mitad y cortadla en rodajas finas 2. Ahora coged una olla grande y verted dentro los tomatitos partidos por la mitad y la cebolla en rodajas 3.

Verted el vinagre de manzana 4 en la mezcla que estáis preparando, añadid también el azúcar moreno 5 y la sal 6.

Finalmente, añadid también los clavos de olor 7 y coced todo a fuego lento durante 1 hora desde el primer hervor 8, hasta obtener una mezcla densa. Ten en cuenta que los tomates no deben deshacerse completamente. Una vez cocido, eliminad los clavos de olor de la mezcla 9.

Ahora ocupáos de la sanitización de los tarros en los que vais a conservar vuestro chutney de tomatitos, siguiendo las directrices del Ministerio de Salud indicadas al final de la receta. Lavád cuidadosamente los tarros bajo el agua y verificad que no haya grietas o astillas en la superficie. Para los tarros con cierre hermético, lavad también la junta y ponedla aparte 10. Forrad una olla amplia con un paño limpio y colocad dentro los tarros con la apertura hacia arriba, pasad alrededor de los tarros otros paños para evitar que se rompan durante la cocción y verted el agua en la olla hasta llenarla 11. Llevad a hervor y coced durante otros 30 minutos. Añadid las tapas diez minutos antes de escurrir. Dejad enfriar y luego escurridlos y dejadlos secar boca abajo sobre un paño de cocina 12.

Transferid el chutney de tomatitos aún caliente en los tarros 13 que habéis sanitizado, dejando al menos 1 centímetro de espacio desde el borde del frasco, cerrad 14 y conservad en un lugar fresco y seco, asegurándoos antes de que el vacío se haya producido correctamente 15. Si utilizáis frascos con cierres de junta de goma, al momento de consumir el chutney de tomatitos podéis hacer la prueba del vacío tirando de la lengüeta: si al tirar produce un sonido seco significa que el contenido se ha conservado con el vacío correcto. Por el contrario, si al tirar de la lengüeta la junta resulta "floja", significa que no se ha creado el vacío correctamente y es mejor no consumir el contenido. Si en cambio utilizáis frascos con tapas twist off (de rosca) cerrad bien pero sin apretar demasiado y dejad enfriar. Con el calor de la mezcla se creará el vacío, que permitirá conservar el producto durante mucho tiempo. Una vez que los frascos se hayan enfriado, verificad si el vacío se ha producido correctamente: podéis presionar en el centro de la tapa y, si no escucháis el clásico "clic-clac", el vacío se habrá producido. Una vez que hayáis verificado que la conservación ha sido exitosa, ¡vuestro chutney de tomatitos está listo para ser disfrutado!

Conservación

El chutney de tomatitos se conserva durante 3 meses, cuidando de mantener los tarros en la oscuridad en un lugar fresco y seco, donde deberá permanecer al menos un mes antes de poder ser consumido. Este tiempo permite verificar la formación de eventuales mohos, señal de que la sanitización de los frascos y el vacío no han sido exitosos. Una vez abierto, conservad el chutney de tomatitos en la nevera y consumidlo en una semana.

Consejo

¿Qué mejor que el chutney? ¡El chutney aromatizado! Para un sabor más mediterráneo, añadid las hierbas aromáticas que prefiráis; o, para un toque picante, añadid una pizca de guindilla.

¡Probad también esta deliciosa variante: chutney de manzanas al azafrán!

Curiosidad

La receta del chutney fue occidentalizada por los ingleses, quienes también modificaron su nombre: el término hindi chatni, que significa "salsa", se convirtió en chutney. Hoy es una salsa producida a nivel industrial y difundida en todo el mundo. A pesar de que existen innumerables versiones de esta preparación, originalmente el chutney se preparaba con mango o con otros frutos exóticos. Existe un simple truco para verificar que el chutney está bien cocido: basta pasar el dorso de una cuchara suavemente sobre la superficie de la mezcla. La cuchara debería dejar un rastro: si este no es llenado inmediatamente por el vinagre, entonces significa que el chutney ha alcanzado la cocción ideal.

IMPORTANTE

La preparación casera de conservas y mermeladas puede presentar riesgos para la salud. En un ambiente doméstico no es posible crear las condiciones y medidas necesarias para garantizar la seguridad y adecuación de los alimentos, que, al contrario, los procedimientos industriales son capaces de asegurar para prevenir contaminaciones peligrosas. Es por ello importante seguir escrupulosamente las indicaciones de seguridad alimentaria para reducir los riesgos, pero siempre hay que tener en cuenta que nunca se podrá obtener la misma seguridad alimentaria que presentan las conservas y mermeladas producidas a nivel profesional. Para una correcta preparación de las conservas hechas en casa remitimos a las directrices del Ministerio de Salud.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.