Cómo limpiar las habas

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PRESENTACIÓN

En esta sección de nuestra Escuela de Cocina descubrimos cómo limpiar y conservar las habas, excelentes legumbres de temporada, para utilizar en muchas recetas. Con el término habas se indican tanto las plantas como sus semillas. La planta tiene un tallo que puede alcanzar hasta 1 metro de altura y produce vainas llenas de pequeñas semillas ovales y planas. Las habas se encuentran en el mercado principalmente en el período de primavera-verano, de marzo a julio. Existen diferentes variedades de habas, la haba más común es la Baggiana con la vaina corta y ancha y semillas grandes y aplanadas. Otras variedades existentes son: la Reina Mora, caracterizada por un grano violáceo, la Aguadulce Supersimonia con vainas largas y semillas grandes de sabor delicado y color verde brillante, y la Superaguadulce que tiene semillas grandes de color verde claro. Al momento de la compra, las habas frescas se pueden reconocer por la vaina íntegra y firme. Las habas se pueden consumir crudas si son frescas o se pueden saltear en sartén, hervir y reducir a puré. A continuación, encontraréis todas las indicaciones para limpiar y conservar las habas.

INGREDIENTES
Habas 1 kg - (tipo Baggiana)

Cómo limpiar las habas

En el mercado también se encuentran habas secas, además de las habas frescas. Existen de dos tipos: habas secas con piel o habas secas peladas, es decir, sin cáscara externa 1. La diferencia entre las dos es el tiempo de remojo requerido antes de la cocción: 16-18 horas para las habas secas con piel, 8-10 horas para las habas peladas. Limpiar las habas frescas 2 es un procedimiento muy simple pero al mismo tiempo muy largo porque las habas deben desgranarse y limpiarse una a una. Para desgranar las habas, separad uno de los dos extremos de la vaina 3.

Dividid a la mitad la vaina 4, abriendo los dos extremos y abriéndola completamente, extraed las semillas deslizando el pulgar a lo largo de la parte interna de la vaina 5 y recoged las semillas en un cuenco 6.

Eliminad la protuberancia que cubre la semilla del haba haciendo una ligera presión con los dedos 7. Solo una vez retirada la protuberancia podréis saber si las habas están frescas o no. De hecho, si bajo la protuberancia el color es claro significa que el haba está fresca del día. Si en cambio el color es negro, significará que las habas han sido recolectadas hace varios días y por lo tanto es necesario quitarles la fina capa de piel que rodea las semillas. Con los dedos haced una ligera presión sobre la piel o practicad un pequeño corte con un cuchillito y retirad la película externa del haba 8. En este punto, vuestras habas están listas 9 para ser comidas crudas o para ser cocinadas.

Conservación

Las habas frescas son muy delicadas, se conservan en el frigorífico un máximo de 2-3 días cubiertas con film transparente 1; alternativamente, podéis escaldarlas durante unos 4-5 min, dejarlas enfriar, colocarlas en bolsas bien cerradas 2 y congelarlas. Las habas secas, en cambio, se conservan de 4 a 6 meses en recipientes bien cerrados 3 y colocados en un lugar fresco y seco (no en el frigorífico).

Consejo

Si tenéis la suerte de encontrar habas frescas, recolectadas hace uno o dos días como máximo, podéis comerlas crudas incluso sin necesidad de quitar la película externa porque resultarán ser muy tiernas. Si en cambio no están frescas o resultan ser muy grandes, entonces es necesario quitar la película externa que cubre la semilla para hacerlas más tiernas y menos amargas.

Curiosidad

Las habas proporcionan a nuestro organismo una buena cantidad de potasio, magnesio, hierro, selenio, cobre y zinc; además son ricas en proteínas, vitaminas, fibras y sales minerales; resultan ser las legumbres con menos calorías. Las habas, en algunos individuos con carencia de una enzima particular (tales G6PD), pueden provocar una enfermedad llamada favismo, que causa crisis anémicas incluso graves.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.