Cómo limpiar las sepias

- Sin gluten
- Sin lactosa
- Energia Kcal 362
- Carbohidratos g 3.5
- de los cuales azúcares g 3.5
- Proteína g 70
- Grasas g 7.5
- de las cuales grasas saturadas g 2.15
- Colesterol mg 320
- Sodio mg 485
- Dificultad: Medio
- Tiempo de preparación: 20 min
- Porción: 4 Personas
- Costo: Bajo
PRESENTACIÓN
Las sepias son moluscos ampliamente difundidos en nuestros mares, de la misma familia que los pulpos y los calamares. Presentan un cuerpo alargado, en cuyo interior se encuentra el famoso "hueso de jibia" y una bolsa para contener la tinta, que liberan en el momento en que se sienten amenazadas. Las sepias tienen una notable capacidad de camuflaje: fuera del agua, en la parte superior son de color marrón con estrías negras, mientras que en la parte del vientre tienen un color blanco perlado. Se utilizan mucho en la cocina porque representan un ingrediente realmente versátil: en salsa, rellenas, con guisantes, o en sopa, ¡tendrás muchas opciones para elegir! Las preparaciones más refinadas de estos moluscos son aquellas realizadas con el tinta de sepia, en las que también se utiliza la tinta que enriquece los platos con sabor y color. Sigue nuestras indicaciones sobre cómo tratar las sepias y extraer la tinta negra de la bolsa. Gracias a esto último podrás entender cuán frescas son realmente tus sepias. Si la "tinta" resulta ser muy fluida, significa que la sepia está fresca; si presenta gránulos, significa que ha sido descongelada.
- INGREDIENTES
- Sepias 1 kg
Cómo limpiar las sepias

Primero, antes de comenzar a limpiar las sepias, ponte guantes de látex. Toma tus sepias 1 y, ejerciendo una leve presión con los dedos sobre el vientre del molusco, localiza el hueso. Luego, con un cuchillo, haz un corte transversal para eliminarlo (2-3).

Con los dedos, abre la membrana que has incisión 4: deberías identificar la bolsa de tinta (no en todas las sepias está presente). Extrae muy delicadamente la bolsa que contiene la tinta, tomándola con los dedos pero sin aplastarla, para no romperla y evitar así la salida de la tinta (5-6). Una vez extraída la bolsa que contiene la tinta de sepia, colócala en un cuenco y asegúrate de que permanezca siempre húmeda.

Separa la cabeza del cuerpo de la sepia: sujeta este último con una mano y con la otra tira de la parte de los tentáculos (7-8). Luego coloca la sepia sobre la tabla de cortar para aplanarla lo más posible y, siempre con las manos, elimina las pequeñas apéndices internas del cuerpo de la sepia 9.

Gírala y haz una pequeña incisión, para poder quitarle la piel, deslizándola con las manos 10. En este punto, la parte del cuerpo ya está limpia. Luego pasa a la cabeza. Toma la cabeza de la sepia con una mano y con la otra arranca las vísceras, reconocibles al tacto por su consistencia más blanda y viscosa 11. Elimina el "rostrum", es decir, el diente (o pico), situado en el centro de los tentáculos, presionando con los pulgares en la parte inferior del pico para empujarlo hacia arriba 12 y facilitar así su identificación y extracción.

Con un cuchillo pequeño, también extrae los ojos haciéndoles una incisión circular alrededor del bulbo 13, luego extráelos 14. Enjuaga bien tus sepias y úsalas para cocinar 15.