Confitura de ruibarbo

- Sin gluten
- Sin lactosa
- Vegetariano
- Energia Kcal 299
- Carbohidratos g 73.1
- de los cuales azúcares g 73.1
- Proteína g 1.4
- Grasas g 0.2
- de las cuales grasas saturadas g 0.05
- Fibra g 3
- Sodio mg 99
- Dificultad: Muy fácil
- Tiempo de preparación: 20 min
- Tiempo de cocción: 60 min
- Makes: 5 piezas
- Costo: Bajo
- Notas + el tiempo de maceración y esterilización de los tarros
PRESENTACIÓN
Con la primavera llega también el ruibarbo... una planta originaria de China, que recientemente se ha difundido mucho también en Europa. En la cocina italiana, se utiliza a menudo para preparar mermeladas y confituras caseras, ¡pero también tartas dulces y saladas! La parte más utilizada son sin duda las costillas, caracterizadas por el color rojo intenso.
El ruibarbo tiene un sabor muy particular, tendente a lo ácido, por lo que combina perfectamente con el azúcar, tanto una vez cocido, como sumergido en los cristales blancos aún crudo. Si también os gustan las compotas no demasiado dulces, ¡debéis probar absolutamente la receta que os proponemos hoy! Esta confitura tiene un sabor ligeramente agrio, pero agradable... es ideal para acompañar quesos suaves dulces, pero también para la preparación de tartas y tortas.
Preparación

Para preparar la confitura de ruibarbo, comenzad con el ruibarbo: eliminad las hojas y cortad los tallos en piezas de aproximadamente 1 cm 1, luego lavadlos cuidadosamente bajo agua fría 2. Verted los tallos de ruibarbo en un tazón, y añadid también el azúcar y la cáscara rallada del limón 3.

A continuación, exprimid el jugo obteniendo así 70 gramos, coladlo para quitar las semillas 4, mezclad bien y dejadlo reposar durante al menos 2-3 horas, cubierto con film transparente 5. Después de este tiempo, el ruibarbo habrá liberado líquido, así que verted todo el contenido del tazón en una olla 6 y llevadlo a ebullición.

Cocinad a fuego medio durante 10 minutos 7, mezclando de vez en cuando, luego bajad el fuego y continuad la cocción durante aproximadamente 50-60 minutos hasta que alcance los 108 °C 8. Utilizad un termómetro de cocina para medir la temperatura adecuada. Mientras la confitura se cocina, dedicaos a la sanitización de los tarros y las tapas como se indica en las directrices del Ministerio de Salud que se encuentran al final de la receta. Una vez que la confitura esté cocida, ponedla aún caliente en los frascos, teniendo cuidado de dejar un centímetro de espacio desde el borde 9 y cerrad. Si usáis frascos con cierres de goma, al momento de consumir la confitura de ruibarbo, podéis hacer la prueba del vacío tirando de la lengüeta especial: si al tirar de ella produce un sonido seco, significa que el contenido se ha conservado con el vacío correcto. Por el contrario, si al tirar de la lengüeta la junta resulta "floja", significa que no se ha creado el vacío correctamente y es mejor no comer su contenido. Si utilizáis frascos con tapas de rosca, una vez que la confitura caliente esté envasada, apretad bien las tapas pero sin apretar demasiado y dejad enfriar. Con el calor del compuesto se creará el vacío, lo que permitirá conservar el producto durante mucho tiempo. Una vez que los frascos se hayan enfriado, verificad si el vacío se ha realizado correctamente: podéis presionar en el centro de la tapa y, si no escucháis el clásico "clic-clac", el vacío se habrá realizado. Una vez que hayáis verificado que la conservación ha sido exitosa, ¡vuestra confitura de ruibarbo estará lista para ser disfrutada!