Irish coffee semilíquido cremoso y fácil
- Energia Kcal 180
- Carbohidratos g 15.9
- de los cuales azúcares g 15.9
- Proteína g 2.1
- Grasas g 8.7
- de las cuales grasas saturadas g 5.04
- Colesterol mg 28
- Sodio mg 33
- Dificultad: Fácil
- Tiempo de preparación: 20 min
- Tiempo de cocción: 15 min
- Porción: 4
- Costo: Bajo
- Notas Más 24 horas para enfriar la mezcla de nata y whiskey
PRESENTACIÓN
El Irish coffee es una bebida típica irlandesa a base de café, whisky y nata. Según la historia, esta bebida nació en 1943, en el aeropuerto de Shannon, en Irlanda. Fue inventada por el encargado de un bar para "calentar" a algunos pasajeros, cansados y fríos, que esperaban desanimados la llegada de su avión, retrasado debido al mal tiempo. Después de disfrutar de la reconfortante bebida, los pasajeros, curiosos, preguntaron si se trataba de café brasileño: el camarero, divertido, respondió "¡No, es café irlandés!" ("Irish coffee").
Desde ese día, en ese bar otras personas tuvieron la oportunidad de probar el Irish coffee, entre ellas un periodista de San Francisco, a quien le gustó tanto que le dedicó un artículo en su periódico.
Hemos revisitado esta receta para hacerla semilíquida, preparando un café espresso enriquecido con nata, cocida junto con leche y azúcar y aromatizada con el whisky. Caracterizan entonces esta receta el aroma fuerte del café, el sabor decidido del whisky y la cremosidad de la nata.
- INGREDIENTES
- Leche entera 124 ml
- Nata fresca líquida 150 g
- Azúcar 50 g
- Gelatina en hojas 4 g
- Whisky 50 ml
- Café 160 ml
Preparación
Para preparar el Irish coffee semilíquido, calienta en un cazo la nata con la leche y el azúcar 1, cocinando todo a fuego bajo y removiendo con frecuencia, hasta que hierva. Apaga el fuego y mientras tanto pon a remojo la gelatina en abundante agua fría durante 5 minutos 2. Calienta el whisky en un cazo, a fuego bajo durante 5 minutos 3,
luego escurre la gelatina, que habrá adquirido una consistencia gelatinosa, exprímela bien con las manos y agrégala al whisky 4; removiendo con frecuencia para que se disuelva completamente. Añade todo a la mezcla con la nata 5. Toma cuatro vasos medianos de vidrio y vierte en cada uno de ellos 50 gr de la crema de whisky obtenida; colócalos en el frigorífico, cubiertos con film transparente, durante 24 horas 6.
Mientras tanto prepara el café con la cafetera: para obtener un excelente café, llena la caldera de tu cafetera con agua fría y preferiblemente con bajo contenido de cal, asegurándote de no superar la válvula de seguridad 7 (de lo contrario obtendrás un café más largo). Llena el filtro con el café molido, formando un pequeño montículo que nivelarás golpeando el filtro sobre la mesa con movimientos firmes (8-9). No presiones con la cucharilla, ni hagas agujeros en la superficie.
Cierra la cafetera muy apretada 10, de modo que el café no salga por los lados mientras sube, y colócala sobre una llama baja y constante para obtener un café con cuerpo. A medida que el café sube, se formará una espumita densa 11: te aconsejamos no dejar que el café burbujee demasiado tiempo para mantener intacta su dulzura y aroma. Tu café está listo: antes de utilizarlo, mézclalo directamente en la moka con una cucharilla para hacer el café más homogéneo. Retira los vasos con la crema de whisky del frigorífico y vierte 25 ml (poco más de media taza) de café caliente en la superficie de cada uno 12, teniendo cuidado de realizar esta operación lentamente, con la ayuda del dorso de una cucharilla, para no mezclar el café con la crema.