Mafalde sicilianas

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PRESENTACIÓN

En toda Italia, especialmente en el sur, el pan es mucho más que un simple alimento. Es símbolo de tradición, de sabores y aromas, y además de historias que las abuelas cuentan a los nietos mientras con la fuerza de los brazos amasan las barras. En la receta casera de hoy somos huéspedes de la hermosa Sicilia y el aroma en el aire no es el característico de la buena fritura callejera, sino el que emana de las panaderías típicas: ¡hablamos de las mafaldas sicilianas! Fragantes panes con una corteza gruesa y crujiente, con un interior suave y una aromática cobertura a base de semillas de sésamo. Si crees que nunca has probado un pan tan delicioso, perfecto para untar con crema de avellanas o un delicado queso, entonces no te pierdas la receta de las mafaldas sicilianas, ¡ideales también para enriquecer simplemente la cesta del pan! Esta vez podrás decir "bueno como el pan" sin hacer referencia a nadie, ¡sólo a lo que has preparado tú mismo!

INGREDIENTES

Ingredientes para el prefermento
Sémola de trigo duro remolida 100 g
Agua 70 g - templada
Levadura seca de cerveza 3 g
para la masa
Sémola de trigo duro remolida 250 g
Agua 150 g - templada
Levadura seca de cerveza 1 g
Sal fina 6 g
Semillas de sésamo cantidad suficiente

Preparación

Para preparar las mafaldas sicilianas comienza por la preparación de la biga. En un bol, une la harina de sémola, la levadura 1 y, mientras amasas a mano, vierte el agua tibia 2. Cubre con film transparente la mezcla acabada de obtener y deja que fermente en el horno apagado durante al menos 3 horas con la luz encendida, de esta manera permitirás que dentro haya una temperatura constante de alrededor de 30°, ideal para la fermentación 3.

Retoma luego la biga y viértela en una batidora equipada con gancho junto con la sémola remolida y la levadura deshidratada 4, enciende la máquina mientras viertes el agua tibia en hilo 5. Cuando la masa se haya enganchado, es decir, se haya literalmente adherido al gancho, podrás agregar la sal amasando por otros 3-4 minutos. 6

Termina la masa trabajándola sobre una superficie de trabajo 7. Si quieres, también puedes dar una vuelta de refuerzo simplemente superponiendo los bordes de los dos extremos llevándolos hacia el centro, uno sobre el otro. Pirléala (o sea, dale una forma redonda con las manos) formando una esfera 8, colócala en un recipiente, cubre nuevamente con film y deja que fermente durante 2-3 horas, siempre en el horno apagado con la luz encendida. Después transfiere la masa fermentada sobre la superficie de trabajo 9

y forma una barra 10 dividiéndola en 6 partes de 90 gramos cada una 11. En este punto tendrás que seguir estirando cada trocito de masa con las palmas de las manos 12

de modo que obtengas un cordón de 60 cm que tenga el mismo grosor 13. Con la barra forma una especie de serpentina 14. Al llegar al final de este serpentín tira del borde derecho, llevándolo a lo largo de toda la serpentina, de modo que la dividas por la mitad 15. Continúa de esta manera con todos los demás trozos de masa, tratando de ser rápido y de cubrir los trozos de masa que quedan por trabajar y las mafaldas listas con film transparente para evitar que se sequen.

Una vez realizadas las mafaldas, pincela la superficie con agua 16, luego enróllalas en las semillas de sésamo 17. Conforme las vayas haciendo, colócalas en una bandeja de horno cubierta con papel para hornear 18

y deja que fermenten durante una hora 19. Mientras tanto, lleva a ebullición una cacerola con agua y colócala en el fondo del horno y hornea tus mafaldas en horno precalentado a 230° durante 20 minutos. Quita la cacerola y baja a 200° horneando por otros 10 minutos 20. Cuando estén cocidas, déjalas enfriar. En este punto, solo te quedará romper una mafalda siciliana aún caliente y disfrutarla 21.

Conservación

La mafalda siciliana se conserva en una bolsa de papel durante 1 día como máximo. Puedes congelar las mafaldinas crudas, antes de la última fermentación, o ya cocidas, colocándolas en bolsas de congelación.

Consejo

Puedes preparar la biga incluso la noche anterior, será suficiente dejarla reposar en el horno apagado con la luz encendida durante 1 hora y luego guardarla, cubierta con film transparente, en la nevera durante 10-12 horas. Al día siguiente será suficiente dejar que la masa se aclimate durante una hora antes de continuar.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.