Tarta de leche y almendras

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PRESENTACIÓN

Si sois amantes de la tarta de la abuela, si no podéis resistir su doble capa de masa quebrada y la suave crema que guarda, ¡estamos seguros de que la tarta de leche y almendras os volverá locos! Este dulce bueno y delicado es perfecto para disfrutar en todos los momentos del día: desayuno, merienda o después de la cena... os toca a vosotros elegir el momento en el que más necesitéis un dulce mimo, ¡justo como este! La corteza exterior resultará muy crujiente gracias a la adición de harina de almendras, mientras que el interior será extremadamente envolvente y delicado gracias a la crema de leche y su sencillez. ¡Corred a prepararla, nosotros ya tenemos ganas de otro trozo!

INGREDIENTES

Ingredientes para la masa (para un molde de 24 cm)
Harina 00 245 g
Harina de almendras 245 g
Mantequilla 245 g - frío
Huevos 100 g - (aproximadamente 2 medianas)
Azúcar 50 g
para la crema
Leche entera 400 g
Azúcar 80 g
Harina de arroz 50 g
Vaina de vainilla 1
para decorar
Almendras en láminas 50 g
Mermelada de albaricoques 1 cuchara

Preparación

Para preparar la tarta de leche y almendras, empezad con la masa quebrada: verted la harina de almendras en un bol grande, añadid el azúcar 1 y la harina 00 2. Cortad la mantequilla fría en cubos, luego añadidla junto con los ingredientes secos 3

y comenzad a amasar todo con las manos hasta obtener una mezcla desmenuzable 4. Luego añadid también los huevos 5 y trabajad todo muy rápidamente 6

sólo el tiempo necesario para compactar 7. Transferid la masa a una superficie de trabajo y dadle forma redonda 8, aplastad ligeramente el bloque y envolvedlo en film transparente 9; ponedlo a reposar en el frigorífico durante al menos 30 minutos.

Mientras tanto, ocupáos de preparar la crema. Verted la leche entera en un cazo 10, añadid el azúcar 11 y calentadlo removiendo suavemente 12, hasta disolver completamente el azúcar.

Incorporad también la harina de arroz 13 y mezclad de inmediato con un batidor para evitar la formación de grumos 14. Luego añadid también una vaina de vainilla entera 15

y continuad mezclando hasta que la crema se haya espesado 16. Luego transferidla a un bol pequeño y eliminad la vaina de vainilla 17. Si preferís, podéis enjuagarla y conservarla, se podrá reutilizar; de lo contrario, podréis cortarla y añadir las semillas dentro de la crema. Luego cubrid con film transparente en contacto 18 y dejad enfriar en el frigorífico.

En este punto, también la masa quebrada habrá reposado, quitad el film y cortad el bloque en dos partes, de modo que tengáis 1/3 que volveréis a poner en el film para usarlo posteriormente y los 2/3 que extenderéis de inmediato 19 sobre una superficie ligeramente enharinada 20, hasta obtener un grosor de medio cm. Luego espolvoread la masa con un poco de harina 21

y enrolladla alrededor de un rodillo 22. Será más fácil de este modo transferirla a un molde de 24 cm 23 (mejor si con el fondo extraíble). Dejad que la masa se adhiera bien al molde presionando suavemente con los dedos tanto en el fondo como en los bordes 24

y eliminad el exceso utilizando un cuchillo pequeño 25. No tiréis los restos, sino agregadlos a la masa reservada, amasando muy rápidamente: será todo para realizar la capa superior. Pinchad el fondo de la tarta con los dientes de un tenedor 26; luego añadid la crema de leche 27

y distribuidla uniformemente por toda la superficie de la tarta 28. Extendéd la masa reservada, obteniendo siempre un grosor de medio centímetro 29 y como se ha hecho antes, enrollándola en el rodillo, transferidla sobre la crema 30.

Siempre con los dedos presionad en el borde para que se adhiera al de abajo 31 y eliminad nuevamente el exceso de masa 32. Utilizando la hoja de un cuchillo pequeño, haced pequeños cortes en la superficie de la tarta 33

luego pinceladla con la mermelada de albaricoque 34 y esparcid las almendras en láminas por todas partes (35-36). No os queda más que hornear vuestra tarta en un horno estático ya caliente a 180° durante unos 40 minutos en la bandeja más baja.

Luego sacadla del horno 37 y dejadla enfriar completamente. En este punto podáis desmoldarla 38 y servir vuestra tarta de leche y almendras 39.

Conservación

La tarta de leche y almendras se puede conservar en el frigorífico durante 2 días, bajo una tapa de cristal.

La masa quebrada se puede preparar con antelación y guardar en el frigorífico; alternativamente, se puede congelar.

Consejo

Dadle vuestro toque aromatizando la crema con lo que más os guste: ¿jengibre fresco, cáscara de cítricos o agua de azahar?

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.