Crispelle

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PRESENTACIÓN

Como las pizzelle en Nápoles, las crispelle son una deliciosa comida callejera, especialmente conocida en el sur de Italia, en particular en las regiones de Calabria y Sicilia.

Las crispelle se pueden servir como aperitivo o como un tentempié, o en un buffet acompañadas de embutidos. ¡Incluso solas son deliciosas! El suave sabor del pan frito es una alegría para los más golosos. En algunas versiones, dependiendo de la zona donde se preparen, las crispelle también pueden contener un relleno de ricotta y anchoas, para dar más sabor y un toque original a un plato sencillo y rápido de preparar.

Hemos preparado una receta clásica y sencilla, donde las crispelle se fríen después de darles forma de anillo. Es costumbre preparar las crispelle durante las fiestas del pueblo. En esas ocasiones, es muy divertido ver a los crispelleros en acción, preparando las crispelle con gran habilidad y rapidez.

INGREDIENTES
Ingredientes para 20 crispelle de 25-30 g cada una
Harina 0 300 g
Agua 200 ml
Levadura seca de cerveza 3 g - (o 11 g si es fresco)
Sal 8 g
Azúcar 1 pizca
Aceite de cacahuete 1 l - para freír

Preparación

Para preparar las crispelle, comienza tamizando la harina en un bol con la ayuda de un colador de malla muy fina 1. Luego, vierte la harina en un procesador de alimentos y añade la levadura 2. Mientras tanto, toma el azúcar, viértelo en un recipiente de vidrio y disuélvelo en agua tibia para que se disuelva 3.

En este momento, vierte el azúcar disuelto en el bol con la harina y la levadura 4 y el agua, y con la ayuda de una batidora con gancho, comienza a mezclar todos los ingredientes, continuando a añadir el agua poco a poco 5 hasta obtener una mezcla homogénea en la que los líquidos han sido absorbidos 6.

Luego, transfiere la masa a una superficie de trabajo y amásala durante al menos 10 minutos hasta que quede bien lisa 7. Continúa trabajando la masa hasta que logres obtener una forma esférica de la misma 8. Cuando hayas obtenido una esfera con la masa homogénea, colócala en un bol con el fondo ligeramente enharinado para que la masa no se pegue, cúbrela con film de plástico y déjala levar en un lugar tibio y sin corrientes de aire durante al menos dos horas, o hasta que la masa haya duplicado su volumen 9.

Cuando haya pasado el tiempo necesario para la fermentación de la masa, tómala y divídela en pequeños trozos de unos 25-30 g cada uno 10. Úntate las manos con 10 g de aceite 11 para poder modelar la masa y darle la forma deseada 12. Recomendamos la forma de anillo, tomando cada trozo de masa y perforando la masa en el centro con los dedos, y continuando a ensanchar.

Ahora toma una sartén de bordes altos y vierte el aceite de semillas calentándolo a una temperatura de 180°C. Cuando el aceite haya alcanzado la temperatura de 180°C, sumerge las crispelle que has preparado 13. Gira las crispelle de vez en cuando mientras se fríen para permitir una fritura uniforme 14. Continúa friendo hasta que obtengan un color dorado y una textura crujiente 15.

Cuando estén fritas, usando unas pinzas de cocina, colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite 16. Repite la operación para todos los anillos que hayas preparado 17. Cuando hayan soltado el exceso de aceite, sala al gusto tus crispelle y sírvelas inmediatamente 18.

Conservación

Las crispelle son excelentes para consumir recién fritas.

Puedes conservar las crispelle, sin freír, en el congelador solo si has utilizado todos los ingredientes frescos. Cuando quieras prepararlas, sumérgelas directamente en el aceite caliente desde congeladas.

Consejo

Para unas crispelle originales y diferentes de las más clásicas, puedes añadir a la masa anchoas, lo que dará a tus crispelle un sabor intenso.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.