Puccia salentina

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PRESENTACIÓN

La puccia es un tipo de pan, típico de la tradición pugliese. Paseando por las calles del Salento y por los callejones de Tarento, es posible encontrarse con una versión genuina de los fast foods: la pucceria. En estos pequeños locales podréis saborear el gusto de la puccia original, cocida en horno de leña. El nombre de este panecillo deriva del término con el que se llamaba al pan de los militares: “buccellatum”, es decir, bocado. Hay tres variantes que se distinguen: suaves y crujientes la Puccia salentina con aceitunas y aquellas a la pizzaiola, fragante y hueca en su interior la más clásica. Nosotros en Giallo Zafferano queremos presentaros una versión de este pan regional, completamente “hecho en casa”. Precisamente por la ausencia de miga, es ideal para rellenar y lista para acoger cualquier relleno, desde los más simples como embutidos y quesos, hasta los más elaborados como el Estofado de caballo. Fácilmente transportable, es uno de los street-foods más amados: desde el pasado, de hecho, era utilizado por los campesinos en las largas jornadas de campo. Traed un rincón de Puglia a vuestra cocina, preparando también vosotros la puccia salentina.

INGREDIENTES
Ingredientes para 18 pucce
Harina 0 1 kg
Agua 600 g - (templada)
Levadura seca de cerveza 5 g
Malta 10 g
Aceite de oliva virgen extra 100 g
Sal 15 g

Preparación

Para preparar la puccia salentina, comenzad a tamizar la harina en el bol de la batidora 1, luego añadid también la levadura deshidratada 2 y la malta 3.

Accionad la batidora con la pala y verted el aceite en hilo 4; añadid también el agua tibia en hilo 5 y trabajad todo durante unos minutos. Cuando la mezcla se haya convertido en una masa única, agregad también la sal 6.

Trabajad durante un par de minutos más, el tiempo justo para permitir que la masa absorba la sal 7, luego sustituye la pala por el gancho. Accionad nuevamente la batidora a velocidad media durante unos 10-15 minutos, hasta obtener una masa muy lisa y elástica. Cuando la masa se haya amasado bien 8, poned la mezcla sobre una superficie de trabajo aceitada y trabajadla ligeramente con las manos 9.

Siempre con las manos, tratad de darle una forma esférica 10, luego colocadla en un bol bastante grande untado con un hilo de aceite 11. Cubrid con film transparente y dejad levar en el horno apagado pero con la luz encendida durante unas 2-3 horas (la temperatura indicada es de 28-30°), hasta que haya duplicado su volumen 12.

Transferid la masa a una superficie enharinada 13 y, trabajándola con las manos, tratad de obtener un cilindro 14. Obtened 18 porciones de aproximadamente 90 g cada una, ayudándoos con una rasqueta 15 o con la hoja de un cuchillo.

Tomad cada trozo de masa y, sosteniéndolo en la mano, realizad un movimiento rotatorio para obtener esferas 16. Extended con un rodillo vuestras bolitas de masa sobre una superficie ligeramente enharinada 17, hasta obtener discos 18 de aproximadamente 20 cm de diámetro.

Colocadlos delicadamente sobre una bandeja forrada con papel de horno 19 y hornead a 250° en horno estático precalentado durante unos 15 minutos (si utilizáis horno ventilado, coced a 230° durante unos 10 minutos). Pasado el tiempo necesario, sacad vuestras pucce del horno 20 y servidlas todavía calientes 21.

Entre las diversas posibilidades de rellenar vuestra puccia, nosotros en Giallo Zafferano hemos elegido proponeros aquella con el Estofado de caballo. Cortad sin presionar por la mitad vuestra puccia 22, rellenadla con el estofado preparado 23 y servidla todavía caliente!

Conservación

Para un sabor más fragante, servid vuestra puccia en el momento bien caliente; alternativamente, podéis conservarlas durante 1-2 días en una bolsa, preferiblemente de papel. Podéis congelarlas una vez cocidas.

Consejo

Si lo preferís, podéis realizar la masa la noche anterior, dejarla en el frigorífico durante toda la noche y dejarla recuperar la temperatura ambiente durante unas 2 horas, antes de dividirla.

Curiosidad

La puccia “cu lle ulie” representaba el almuerzo rápido y humilde de los campesinos: un pan crujiente por fuera y suave por dentro, a base de patatas, y enriquecido con aceitunas negras. La tradición actual quiere que todavía se prepare hoy, especialmente el día de la víspera de la Inmaculada.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.