Cuccia de chocolate
- Muy fácil
- 25 min
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Son suaves delicias aromatizadas con azafrán, su forma más común es la de una "ese" que encierra dulces pasas en sus espirales. Así se presentan los Lussekatter, es decir, los célebres Gatos de Santa Lucía que llegan desde Suecia y forman parte de esos dulces tradicionales ligados a esta conmemoración, como la Cuccia de chocolate que se prepara en Sicilia o los Ojos dulces de Apulia. Su fascinante historia está impregnada de misterio y simbolismo que mezclan rituales paganos con cultos cristianos. La palabra misma Lussakatter siempre ha estado asociada a la Santa protectora de la vista y portadora de luz, que se celebra el 13 de diciembre, el día más oscuro del año. De ahí la elección de sazonar con azafrán estos suaves panecillos y hacerlos así de luminosos como pequeñas llamas de velas. Según otra leyenda, el término Lussekatter se refiere a las palabras alemanas: Lucifer y gatos. Para explicar este simbolismo nos ayuda una creencia germánica, según la cual el diablo bajo la apariencia de un gato asustaba a los niños y Jesús les daba a los pequeños más merecedores unos dulces de color amarillo que con su luz alejarían a Lucifer. En Suecia el culto de Santa Lucía está muy extendido y por tradición son precisamente las niñas quienes lo celebran vistiendo un tocado hecho de velas encendidas y distribuyen a toda la familia pequeños regalos y dulces típicos navideños, como estos.
Para realizar los Gatos de Santa Lucía (Lussekatter) lo primero que hay que hacer es remojar las pasas en agua tibia durante unos 15 minutos 1. Disolver la levadura fresca en 50 g de leche a temperatura ambiente 2. En un cazo verter la leche restante y aromatizar con el azafrán en polvo 3.
Pasar todo al fuego 4 y calentar hasta alcanzar unos 35° (a medir con un termómetro de cocina). A este punto procede con la masa: en el bol de la batidora equipada con gancho, vierte la harina 5, la leche aromatizada con azafrán 6
la levadura disuelta en la leche 7, el azúcar 8, activa la batidora para mezclar groseramente los ingredientes, luego añade también el pellizco de sal 9.
Continúa trabajando la masa hasta obtener una masa uniforme y compacta. Añade un trozo a la vez la mantequilla blanda 10 y trabaja la masa hasta que toda la mantequilla sea absorbida y la masa se despegue de las paredes del bol de la batidora 11. La masa deberá resultar firme y elástica, transfiérela a una superficie ligeramente enharinada y trabaja brevemente la masa 12 formando una bola;
transfiérela a un bol, cubre con film transparente 13 y deja levar a una temperatura entre 25° y 27° durante 2 horas. Transcurrido el tiempo, la masa habrá levado ligeramente. Vierte nuevamente sobre la superficie enharinada y divide la masa en 20 bolas de 70 g cada una 14. Para cada bola, forma un cilindro de 30 cm y con un diámetro de unos 3 cm 15. Mientras trabajas una bola, mantén las otras cubiertas con film transparente.
Con la ayuda de un rodillo, aplasta ligeramente la parte central del cilindro dejando los dos extremos de cada cilindro gruesos 16. Comenzando por uno de los dos extremos, enrolla la tira hasta la mitad de la tira 17. Voltea 18 y enrolla desde el otro extremo de la masa.
Así habrás realizado el primer dulce con forma de "ese" 19. Coloca las pasas en el centro de cada espiral 20. Coloca poco a poco los Gatos de Santa Lucía en una bandeja forrada con papel de horno 21 y deja levar nuevamente durante unos 30 minutos.
Bate el huevo en un bol pequeño 22, y pincela la superficie de los dulces, pasados los treinta minutos indicados 23. Luego, hornea en horno estático precalentado a 180° durante 20/25 minutos, colocando la bandeja en la rejilla del medio del horno. Una vez cocidos, saca los Gatos de Santa Lucía 24, déjalos templar antes de disfrutarlos.