Tarta de agua con limón y jengibre
- Muy fácil
- 60 min
- Kcal 415
A primera vista, podrías confundirlo con unos deliciosos caramelos gelée, pero en realidad estos deliciosos bocaditos no son más que jengibre confitado, suaves bombones con un sabor especiado cuyo gusto picante se suaviza con el azúcar. El resultado es una mezcla atractiva de notas picantes y azucaradas que lo hacen único e inconfundible. El jengibre confitado es una manera muy dulce de disfrutar de esta raíz con múltiples beneficios con la que también se puede preparar una deliciosa Infusión de jengibre y limón... un snack sabroso para picar en la oficina y cada vez que tengas ganas!
Para preparar el jengibre confitado, primero pela el jengibre 1 y luego córtalo en trozos de aproximadamente 2 cm 2, obtendrás unos 250 g de jengibre. Coloca el jengibre en una cacerola, vierte suficiente agua para cubrirlo completamente 3 y hiérvelo durante 30 minutos.
Una vez hervido el jengibre 4, obtendrás unos 160 g, escúrrelo 5 y colócalo nuevamente en un cazo, añade el azúcar 6
100 g de agua 7 y la sal 8. Remueve y cocina durante 20 minutos a fuego medio. Transcurrido el tiempo de cocción, parte del agua se habrá evaporado y se habrán formado burbujas en la superficie 9. Apaga el fuego y deja enfriar la mezcla.
Forra una bandeja con papel de horno y espolvorea la superficie con azúcar 10. Vierte aquí el jengibre enfriado 11, distribuye los trozos separándolos y espolvorea con más azúcar 12.
Recoge el jengibre en un papel para que el azúcar se adhiera mejor. Déjalo enfriar 14 y luego guarda el jengibre confitado en un frasco y disfrútalo en pequeñas dosis 15.