Minne de Sant'Agata

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PRESENTACIÓN

En honor a Santa Águeda, santa protectora de la ciudad, en Catania se preparan unas deliciosas cassatinas, con una forma semiesférica particular, que recuerdan al seno de una mujer y se llaman minne o minnuzze de Santa Águeda.
Este dulce se prepara en toda Sicilia, donde es más comúnmente conocido como minni 'i virgini: su origen se remonta a la antigüedad, cuando se preparaba como un signo propiciatorio.
Las minne de Santa Águeda están compuestas por una crujiente cáscara de masa quebrada, rellena con ricotta de oveja, trabajada con azúcar y enriquecida con frutas confitadas y chocolate negro.
Una vez cocidas, las cassatinas se cubren con un glaseado blanco y se decoran en la parte superior con una cereza confitada.
Ya sea que hoy el calendario marque el 5 de febrero, u otra fecha, estos pequeños postres merecen ser probados.

INGREDIENTES

Ingredientes para la masa quebrada (cantidades para 10 postres)
Harina 00 485 g
Mantequilla 190 g
Azúcar glas 150 g
Yemas 3
Vaina de vainilla 1
para el relleno
Ricotta de oveja 600 g
Naranja confitada 80 g
Chocolate negro 100 g
Azúcar glas 100 g
Ralladura de naranja 1
para el glaseado y decorar
Azúcar glas 525 g
Claras de huevo 3
Zumo de limón 3 cucharas
Cerezas confitadas 10 g

Preparación

Para preparar las minne de Santa Águeda, amasa la masa quebrada (aquí más indicaciones): en una superficie plana vierte la harina que habrás mezclado en un procesador con la mantequilla fría, añade el azúcar glas, las yemas de los huevos (reserva las claras, para el glaseado), las semillas de una vaina de vainilla 1 y amasa 2 con las manos, para obtener una mezcla homogénea. Envuelve la masa quebrada en un papel film y déjala reposar en el frigorífico durante al menos media hora 3.

Procede con la preparación del relleno: corta en trocitos la naranja confitada 4 y reduce en escamas el chocolate negro 5. Tamiza muy bien la ricotta, pasándola a través de un colador 6 y

une el azúcar glas también tamizado 7 luego mezcla los ingredientes. Añade los trozos de naranja confitada y el chocolate 8; finalmente, si deseas un aroma más afrutado, añade también la ralladura de una naranja. Mezcla todo para obtener una mezcla homogénea 9.

Retoma la masa quebrada y extiéndela, con la ayuda de un rodillo, en una hoja de aproximadamente medio cm de grosor 10 y fórrala con moldes semiesféricos 11 (hemos utilizado moldes de silicona de 8 cm de diámetro, capacidad 115 ml), luego rellénalos con aproximadamente 80 gr de ricotta 12.

Vuelve a extender la masa quebrada, siempre con un grosor de medio cm, y recorta un círculo para sellar las semiesferas con un cortapastas de 8 cm de diámetro 13. Cierra entonces las semiesferas, presionando ligeramente los bordes (14-15).

Hornea todo, en horno estático ya caliente, a 200° durante 20 minutos (horno ventilado 180° durante 15 minutos). Cuando las minne se hayan dorado en la superficie, sácalas del horno y déjalas enfriar en los moldes 16, luego desmóldalas cuando estén completamente frías (de lo contrario, el relleno caliente no se sostendrá). Colócalas sobre una rejilla y mientras tanto prepara el glaseado: monta las claras con las varillas de una batidora eléctrica o una amasadora 18,

cuando la mezcla esté semimontada añade el azúcar glas, una cucharada a la vez y por último el zumo de limón (19-20). La consistencia del glaseado no debe ser demasiado espesa y brillante, sino que, como se dice en el argot, debe "escribir" 21, es decir, debe dejar un rastro al caer desde arriba.

Cubre bien las minne con el glaseado, dejándolo deslizar uniformemente sobre el dulce 22, luego termina la decoración con una cerecita confitada colocada en la parte superior de cada postre 23. Deja secar sobre la rejilla, para que caiga el exceso de glaseado 24. Las minne de Santa Águeda están listas: se pueden consumir cuando el glaseado aún está blando o dejarlo secar completamente 24.

Conservación

Conserva las minne de Santa Águeda en el frigorífico, cubiertas con papel film, durante 3-4 días.
Las cassatinas se pueden congelar una vez cocidas y luego glasearlas después de descongelarlas.

Curiosidades

La tradición popular cuenta que Santa Águeda era una bellísima muchacha, descendiente de una noble familia de Catania, convertida al catolicismo.
El procónsul Quinciano se enamoró de ella y la obligó a abjurar de su fe y adorar a los dioses paganos.
La muchacha se negó obstinadamente y fue martirizada, sufriendo el violento arrancamiento de sus pechos.
Santa Águeda fue beatificada después de su muerte y hoy en día es venerada, como santa protectora, en Catania, San Marino y Malta.

Consejo

Cada receta, como se sabe, se presta a variaciones más o menos incisivas. En este caso puedes elegir si respetar la tradición o tu gusto: ya buena así, la crema se puede aromatizar con una pizca de canela o un chorrito de marsala, si echas en falta. Si no puedes conseguir ricotta de oveja o no te gusta su sabor pronunciado, puedes sustituirla por ricotta de vaca (mismas cantidades, por favor). Finalmente, el glaseado: prueba que te prueba, he encontrado este equilibrio pero, si estás acostumbrado a trabajar con glaseados más fluidos, añade una clara y mezcla enérgicamente.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.