Pissaladière

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PRESENTACIÓN

La pissaladière es una deliciosa focaccia rellena, nacida en la ciudad de Niza, pero extendida por todo el sur de Francia. El nombre de este plato deriva de pissalat, una abreviatura de pescado salado en francés, y se refiere a una crema a base de anchoas, la misma con la que se condimentaba la versión más antigua de la pissaladière.
En la versión moderna de la receta, las anchoas siguen siendo las protagonistas indiscutibles del plato y se acompañan de cebollas caramelizadas, aromatizadas con una mezcla de tomillo y laurel. El resultado es una sabrosa focaccia, en la que el sabor dulce de las cebollas y el fuerte sabor de las anchoas crean una combinación intensa e irresistible.
El toque final lo proporciona la adición de aceitunas: usad las caillettes, las pequeñas aceitunas negras cultivadas en Niza, o reemplazadlas con aceitunas taggiasche o las de vuestra región. La pissaladière es ideal para servir como aperitivo o como finger food en un buffet, mejor si se acompaña con una copa de buen vino blanco fresco. ¡La mezcla de aromas y sabores mediterráneos contenidos en la pissaladière conquistará a todos! ¡Intentad preparar también la pariente cercana de la pissaladière, la sardenaira!

Si os encantan las cebollas, no os perdáis el calzone de cebolla, ¡una deliciosa especialidad pugliese!

INGREDIENTES

Ingredientes para una bandeja de 35x25 cm
Agua 180 ml
Harina 00 320 g
Aceite de oliva virgen extra 15 g
Sal fina 6 g
Malta 3 g
Levadura seca de cerveza 2 g
Para el condimento
Cebollas doradas 1 kg
Anchoas en salazón 400 g
Aceitunas negras de Niza 35 - aproximadamente
Alcaparras en vinagre 25 g
Aceite de oliva virgen extra 40 g
Azúcar 50 g
Tomillo 5 ramitas
Laurel 2 hojas
Ajo 2 dientes
Pimienta negra cantidad suficiente
para engrasar la bandeja
Aceite de oliva virgen extra cantidad suficiente

Preparación

Para preparar la pissaladière, empezad haciendo la masa de pan para la base. Algunas variantes de esta receta prevén el uso de masa de hojaldre o masa brisa, si no tenéis tiempo para el levado, podéis intentar con una de estas alternativas. Tamizad la harina en el bol de una batidora de pie o en un recipiente grande si vais a amasar a mano 1. Luego, verted un poco de agua, tomada del total, en un bol pequeño y disolved la sal (2-3).

Luego, en el agua restante, disolved la malta (o el azúcar) 4, la levadura de cerveza deshidratada 5 (o alternativamente 8 g de la fresca) y agregad el aceite de oliva virgen extra 6.

Agregad la solución de agua, malta, levadura y aceite a la harina 7 y empezad a amasar a velocidad media usando la pala en la batidora de pie o con las manos para recoger los ingredientes. Después de 1 minuto, añadid también el agua con sal y continuad amasando 8. Cuando todos los ingredientes estén recogidos alrededor de la pala, sustituidla por el gancho 9 y continuad amasando a velocidad media-baja durante al menos 5 minutos, hasta que la mezcla esté suave y homogénea.

Trabajad la masa con las manos, dándole una forma esférica 10, verted un poco de aceite en un bol y pintadlo con un pincel 11. Luego colocad la masa, cubridla con film 12 y dejadla subir durante al menos 2 horas a temperatura ambiente (a unos 28-30°), hasta que su volumen se duplique.

Ahora dedicaos a desalar las anchoas en salmuera, que están sin cabeza: poned las anchoas en un bol 13 y enjuagadlas repetidamente bajo agua fría para eliminar la sal 14. Escurridlas con un colador 15 y dejadlas en remojo en agua fría durante 2-3 horas, cambiando el agua con frecuencia. Realizad esta operación con mucho cuidado para evitar que las anchoas se deshagan.

Cuando las anchoas estén más suaves, abridlas por la mitad 16 y extraed las vísceras con la espina central 17. Luego forrad una bandeja pequeña o una charola con papel absorbente y disponed los filetes abiertos 18. Al final obtendréis aproximadamente 150 g de anchoas desaladas.

En este punto preparad el condimento de la pissaladière: limpiad las cebollas, eliminando el pedúnculo 19 y quitad la capa exterior con la piel 20. Luego divididlas por la mitad y cortadlas en rodajas finas 21.

Poned las hojas de tomillo y laurel sobre una tabla de cortar, picad finamente 22 y reservad. Luego calentad el aceite en una sartén antiadherente y, una vez caliente, agregad las cebollas cortadas 23. Añadid también 2 dientes de ajo machacados con el utensilio adecuado o con los dientes de un tenedor 24.

Condimentad las cebollas con la mezcla de tomillo y laurel 25 y el azúcar 26, pimentad al gusto. Cubrid con una tapa 27 y dejad cocer a fuego lento durante unos 30 minutos, hasta que las cebollas logren una coloración transparente. Las cebollas no deben dorarse, así que, si es necesario, rociad con unas cucharadas de agua caliente.

Cuando la cocción de las cebollas esté a buen punto, poned las alcaparras, ya escurridas y exprimidas, sobre una tabla junto con unos 50 g de las anchoas en salmuera que habéis desalado y limpiado. Picad 28 y, después de apagar el fuego, añadid el picado a las cebollas 29. Mezclad, integrando bien el compuesto y dejad enfriar en la sartén 30.

Mientras el condimento de la pissaladière se enfría, engrasad una charola de horno de 35x25 cm con las manos o con un pincel 31. Tomad la masa, que mientras tanto habrá subido, y transferidla a la charola engrasada 32, luego presionadla con las yemas de los dedos desde el centro hacia los lados, hasta cubrir toda la superficie 33.

Ahora verted el condimento sobre la masa que habéis extendido 34 y esparcidlo uniformemente con el dorso de una cuchara 35, recordando dejar 2 cm de borde. Empezad a decorar la pissaladière con los filetes de anchoa restantes: cread rombos, empezando a colocar las anchoas en oblicuo 36.

Continuad formando los rombos comenzando desde el ángulo opuesto a donde habéis empezado, completando la cuadrícula 37. Colocad las aceitunas negras en los espacios entre una tira y otra 38 y hornead en horno estático precalentado, sobre una bandeja ya caliente, a 220° durante unos 25 minutos. Cuando los bordes estén bien dorados y crujientes 39, la pissaladière estará lista para servirse como aperitivo, tal vez acompañada de un buen vino blanco fresco.

Conservación

Conservad la pissaladière en la nevera bien cubierta con film o en un contenedor hermético por un máximo de 2 días. Recalentadla en el horno antes de consumirla.

Curiosidades

La pissaladière es una especialidad nacida en Niza pero extendida por todo el sur de Francia hasta la Riviera ligur, donde es conocida con varios nombres, entre ellos Pizzalandrea, Pissadella, sardinaria porque en lugar de anchoas se usaban las más económicas sardinas. La versión italiana prevé la presencia de salsa de tomate, absolutamente no contemplada en la pissaladière nicense, y el uso de hierbas aromáticas diferentes como la mejorana.

Consejo

Los puristas deberían buscar las aceitunas caillettes, esos deliciosos, pequeños frutos negros típicos del campo alrededor de Niza. Como sustituto, os sugerimos las taggiasche (lo suficientemente saladas como para ser perfectas en este contexto) o las aceitunas negras de vuestra zona: ¡un toque local ciertamente no viene mal! En cuanto a las anchoas, prestad la máxima atención a la fase de desalar: si no queréis una focaccia súper salada, es mejor suavizarlas un poco, ¿qué os parece?

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.