Ragú de pavo

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PRESENTACIÓN

Un viejo proverbio dice que la calma es la virtud de los fuertes, pero nosotros creemos que también es la de los golosos. Un toque de paciencia es el ingrediente secreto, por así decirlo, que se necesita para preparar un buen ragú de pavo. Pues sí, hoy hablamos de esta otra variante de las bien conocidas versiones institucionales del ragú de carne que van de norte a sur. Mientras la carne se reblandecía en el aceite, su aroma ya nos abría el apetito y al final tuvimos que tomar una decisión bastante difícil: ¿vestido blanco o rojo? No, no se trata de una cita, sino del color y del sabor que darle a este ragú de pavo. Y dado que en la cocina no es fácil poner de acuerdo a todos, alcanzamos un compromiso decidiendo añadir tomates secos en aceite. ¿Resultado? Ya no esperaremos a las fiestas para preparar el pavo, este ragú es perfecto incluso para la pasta de todos los días... ¡pruébalo con los pennette, por ejemplo!

INGREDIENTES

Ingredientes para el ragú
Muslos de pavo 900 g
Zanahorias 60 g
Apio 60 g
Cebollas blancas 60 g
Ajo 1 diente
Aceite de oliva virgen extra 50 g
Vino blanco 80 g
Salvia cantidad suficiente
Romero cantidad suficiente
Tomillo cantidad suficiente
Tomates secos en aceite 40 g
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente
para el caldo
Pavo - desperdicios y huesos
Agua 1 ½ l
Zanahorias 30 g
Apio 30 g
Cebollas blancas 30 g
Perejil cantidad suficiente
Sal fina cantidad suficiente

Preparación

Para preparar el ragú de pavo comienza con el caldo. Para hacerlo necesitarás los huesos, así que, ayudándote con un cuchillo bien afilado, sepáralos de la pulpa 1; esta última consérvala en el frigorífico cubriéndola con film transparente 2. En una olla grande, pon los huesos junto con el apio, la zanahoria, la cebolla, el perejil y sal, luego cubre con agua y deja que alcance el punto de ebullición suavemente 3. Retira la espuma de vez en cuando y deja cocinar por al menos un par de horas a fuego bajo.

Para la preparación del ragú, pela el apio, la zanahoria, la cebolla y el ajo 4 y pon todo en un procesador de alimentos, activando por pocos instantes a velocidad alta, hasta que obtengas dados 5. En una tabla de cortar, ayudándote con un cuchillo, pica finamente las hierbas aromáticas 6.

Retoma la pulpa deshuesada y, después de cortarla en tiras, pícarla con una picadora de carne 7. Si no tienes una, puedes pedirle a tu carnicero que lo haga, o puedes picarla tan finamente como sea posible con un cuchillo. En una cacerola con aceite, cocina el picadillo aromático con las hierbas trituradas, dejándolo cocer por unos diez minutos 8, finalmente agrega la pulpa picada dejándola dorar por un cuarto de hora, removiendo de vez en cuando 9.

Desglasa con el vino blanco 10 y cuando el alcohol se haya evaporado completamente, vierte unos 300 g de caldo obtenido anteriormente 11, de esta manera podrás continuar la cocción por un cuarto de hora más. Aprovecha este tiempo para picar finamente con un cuchillo los tomates secos en aceite 12,

y añádelos al ragú 13. Ajusta de sal y pimienta 14 y después de añadir un poco más de tomillo fresco, tu ragú de pavo estará listo 15, ¡buen provecho!

Conservación

Puedes conservar el ragú de pavo en el frigorífico, en un recipiente hermético, durante 2-3 días; si te sobra caldo, también puedes congelarlo en bandejas o en pequeños recipientes, como cubiteras, para usarlo como condimento.

Consejo

El ragú de pavo es un condimento excepcional para un clásico plato de pasta, pero también para risottos, salsas, asados y escalopines: ¡prueba! Si no te gusta la versión en blanco, añade algunos tomates para salsa.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.