Ravioles de ortigas con fondue

- Vegetariano
- Energia Kcal 1044
- Carbohidratos g 93.5
- de los cuales azúcares g 7.7
- Proteína g 49.8
- Grasas g 52.3
- de las cuales grasas saturadas g 27.2
- Fibra g 4.1
- Colesterol mg 252
- Sodio mg 1245
- Dificultad: Difícil
- Tiempo de preparación: 60 min
- Tiempo de cocción: 15 min
- Porción: 4 Personas
- Costo: Medio
- Notas + el reposo de la pasta fresca (unos 30 minutos)
PRESENTACIÓN
Ya habréis hecho tantas veces nuestra pasta fresca verde con espinacas que os habréis o nos habréis preguntado en los comentarios: "¿Pero cómo obtener el mismo efecto, omitiendo las espinacas"? Rebuscando entre los productos de la temporada primaveral hemos encontrado una fantástica hierba con muchas propiedades, a veces vista con desconfianza. Hablamos de las ortigas, con las que hemos realizado unos llamativos ravioles de ortigas con fondue. ¡Una receta que sorprenderá a los ojos y al paladar: los ravioles de ortigas son sabrosos botones verdes rellenos de ricotta sumergidos en una deliciosa fondue que creará un fantástico contraste cromático. ¿Listos para el almuerzo del domingo? ¡Poneos guantes y delantal: empecemos a preparar los ravioles de ortigas con fondue!
¡No os perdáis también esta deliciosa variante primaveral: ravioles a las hierbas aromáticas!
INGREDIENTES
- Ingredientes para 35 ravioles
- Harina 00 400 g
- Huevos 110 g - (2 medianas)
- Ortigas 100 g
- Agua 50 g
- Aceite de oliva virgen extra 20 g -
- Sémola de trigo duro remolida cantidad suficiente
- para el relleno
- Ricotta de vaca 300 g -
- Parmesano Reggiano DOP 50 g - rallado
- Sal fina cantidad suficiente
- Pimienta negra cantidad suficiente
- para la fondue
- Fontina 330 g
- Nata fresca líquida 200 g -
- Sal fina cantidad suficiente
- Pimienta negra cantidad suficiente
Preparación

Para preparar los ravioles de ortigas con fondue, poneos primero los guantes para limpiar las ortigas, para protegeros de la sustancia urticante y comenzad a quitarles los tallos dejando solo las puntitas (obtendréis unos 50 g) 1; luego lavadlas cuidadosamente sumergiéndolas en agua fresca varias veces 2, luego escurridlas 3.

En una sartén grande, echad el aceite, añadid las ortigas 4, agregad el agua 5 y cocinad durante unos 6 minutos cubriendo con la tapa 6.

Una vez marchitas, vertedlas en el vaso alto de la batidora 7 y triturad todo para obtener un puré homogéneo 8; triturad y luego escurrid el puré 9

para que las ortigas trituradas pierdan líquido en exceso 10 y dejad enfriar completamente. Cuando estén frías, pesad la harina 11 y ponedla sobre una tabla de amasar (podéis quedar un poco atrás con la cantidad recomendada, de modo que podáis agregarla según sea necesario para obtener una consistencia ideal para estirar fácilmente), cread una fuente y en el centro verted las ortigas escurridas y completamente enfriadas 12

agregad los huevos ligeramente batidos y mezclad con un tenedor para comenzar a reunir los ingredientes 13, luego continuad amasando a mano para obtener una consistencia lisa y elástica 14. Formad una bola de masa y envolvedla en film transparente 15. Dejad reposar durante al menos 30 minutos en un lugar fresco.

Mientras tanto, preparad el relleno. Echad la ricotta en un tazón pequeño y desmenuzadla con el tenedor (si vuestra ricotta tiene mucho suero será necesario escurrirla durante al menos 1 hora en el frigorífico colocándola en un colador sobre un tazón pequeño), luego agregad el queso rallado 16, salpimentad al gusto y mezclad todos los ingredientes 17. Guardad la mezcla en el frigorífico cubierta con film mientras os dedicáis a la pasta fresca, que mientras tanto habrá reposado. Dividid el bloque de masa en 4 partes (las que no trabajéis de inmediato dejadlas cubiertas con film) y comenzad a estirar la primera pieza, ligeramente enharinada con harina de sémola remolida, con la máquina de pasta 18: pasadla por los rodillos desde la medida más ancha

luego doblad la primera tira obtenida 19 y pasadla ajustando la máquina a las otras medidas hasta la penúltima para obtener una hoja de unos 2-3 mm de grosor 20 que colocaréis sobre una superficie ligeramente enharinada con harina de sémola remolida. Repetid la operación también para otro trozo. Luego tomad el relleno de la nevera y con una cucharita formad montoncitos pequeños de relleno colocándolos sobre uno de los dos rectángulos extendidos, separándolos a unos 4-5 cm uno del otro 21

rociad agua en los bordes de la hoja o, si lo preferís, pincelad alrededor de los montoncitos con un pincel de cocina. Esto servirá para que cuando superpongáis la otra hoja sobre la que tiene el relleno 22, queden pegadas. Haced coincidir los bordes y aplicad una ligera presión con las yemas de los dedos entre los montoncitos de relleno para eliminar el aire y evitar que se abran durante la cocción y el relleno se salga 23. Ahora cortad con un cortapastas de diámetro 6 cm, dentado 24. A medida que los realicéis, colocadlos sobre una bandeja ligeramente enharinada con sémola remolida. Podéis estirar nuevamente también la masa sobrante, formad una bola y dejadla reposar al menos 20 minutos antes de volver a estirarla. Con estas dosis obtendréis 35 ravioles de las dimensiones indicadas. A medida que los hagáis, colocadlos en una bandeja enharinada con sémola remolida.

Poned al fuego una olla con abundante agua para salar al hervir, os servirá para cocinar los ravioles posteriormente. Pasad a preparar la fondue: verted en una olla la nata 25 y llevad a ebullición, mientras tanto reducid en daditos la fontina 27 y mezclad para derretir la fontina a fuego lento

salpimentad 28, apagáis el fuego y transferid la fondue a una sartén amplia (con el fuego apagado) donde luego aliñaréis los ravioles 29. Coced los ravioles en abundante agua hirviendo salada al gusto, coced también los ravioles de ortigas en agua salada durante unos 3-4 minutos 30,

una vez cocidos, trasladadlos a la sartén amplia donde habéis vertido la fondue 31, para mezclarlos 32 moviéndolos muy delicadamente con una espumadera para evitar romperlos. ¡Servid los ravioles de ortigas con fondue bien calientes 33!