Bocaditos de calabaza, ricotta y speck

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PRESENTACIÓN

El otoño está a las puertas y, con la llegada de los primeros fríos, se busca ideas sabrosas para llevar a la mesa con los frutos más deliciosos de la temporada como la calabaza. Así nacen nuestros bocaditos de calabaza, ricotta y speck, apetitosas pepitas realizadas con una masa de sabores estimulantes, para servir como entrante, incluso en versión finger food en ocasión de un buffet. Fuera un crujiente rebozado, imprescindible en un buen frito, dentro un relleno suave que despertará tus papilas gustativas. Como cerezas, una lleva a la otra, así que prepáralas en abundancia porque, estamos seguros, ¡no sobrará ninguna!

INGREDIENTES

Calabaza Delica 250 g - a limpiar
Patatas 250 g
Ricotta de vaca 75 g
Speck 50 g
Pecorino romano 35 g - a rallar
Salvia 3 hojas
Canela en polvo ¾ cucharadita
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente
para empanar y freír
Aceite de girasol alto oleico 1 l - para freír, 100% italiano
Huevos 2
Pan rallado cantidad suficiente
para la salsita
Yogur griego cantidad suficiente
Ralladura de lima cantidad suficiente

Preparación

Para preparar los Bocaditos de calabaza, ricotta y speck, comienza con las patatas, ponlas en una olla llena de agua 1, enciende el fuego y desde el momento del hervor cuenta unos 30/40 minutos. Mientras tanto, quita las semillas de la calabaza, saca rebanadas finas de 1 cm de grosor 2 y colócalas dentro de una vaporera 3. Pon esta última sobre la olla con las patatas y cocina durante unos 20-25 minutos: haz la prueba del tenedor para estar seguro.

Quita la piel de la calabaza 4 y aplástala en el prensador de patatas 5, recupera también las patatas y aplástalas de la misma manera 6. Deja que se templen.

Mientras tanto, quita la corteza del speck, si la tiene, corta en rebanadas finas de un par de mm de grosor 7 y luego saca tiras. Saltéalas a fuego vivo en una sartén antiadherente 8 hasta que estén doradas 9.

Pica el speck con un cuchillo 10. En este punto, siempre con el prensador de patatas, refina la ricotta en el bol con calabaza y patatas, añade las migas de speck 11 y el pecorino rallado 12.

Pica también la salvia con un cuchillo 13, añádela al bol 14 con sal, pimienta y la canela en polvo. Amasa el compuesto a mano 15, se volverá compacto pero un poco suave.

Humedece tus manos y forma bocaditos de unos 15 gramos cada uno 16, de esta manera obtendrás unos cuarenta piezas. A medida que los hagas, colócalos en una bandeja con papel de horno y deja reposar en el frigorífico durante una hora 17. Pasado el tiempo, calienta el aceite llevándolo a 160/170° y pasa los bocaditos primero por los huevos batidos 18

y luego por el pan rallado 19. Colócalos de nuevo en la bandeja 20. Sumerge pocas piezas a la vez en el aceite caliente hasta que estén doradas 21 2-3 minutos serán suficientes para que estén doradas por fuera y suaves por dentro.

Escúrrelos 22 sobre papel absorbente 23 y continúa así con todos los demás. Tus bocaditos de calabaza, ricotta y speck están listos 24 para ser degustados calientes acompañados de yogur griego aromatizado con ralladura de lima.

Conservación

Se recomienda consumir inmediatamente los bocaditos de calabaza, ricotta y speck. Eventualmente se pueden conservar en el frigorífico durante un par de días o congelarlos crudos: en este caso será suficiente seguir el procedimiento descrito teniendo cuidado de cocinar a una temperatura ligeramente más baja y durante un tiempo un poco más largo.

Consejo

La ausencia de huevos hará que la mezcla permanezca suave incluso después de la cocción pero por esto es indispensable el reposo en el frigorífico. Lo mismo para el aceite que deberá estar bien caliente. Puedes hacer un doble rebozado si prefieres una superficie aún más crujiente. La canela enriquece el sabor haciéndolo agradable y dulcemente distante, sustitúyela con nuez moscada si no te gusta.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.