Orecchiette
- Medio
- 60 min
- Kcal 238
La fregola hecha en casa es un plato tradicional de la cocina sarda, una pasta rústica con un sabor intenso y una consistencia única. Su preparación comienza con la sémola de trigo duro, trabajada con agua, aromatizada con azafrán, y frotada a mano en una típica scivedda, un recipiente de terracota poroso que representa el alma de la receta. La scivedda, gracias a su superficie rugosa, ayuda a formar los pequeños grumos de la fregola, dando a la pasta su característica irregularidad. Una vez secada en el horno, la fregola adquiere un delicado dorado. El azafrán le confiere a la pasta un color y un sabor distintivo; sin embargo, es posible preparar también una versión sin azafrán, manteniendo la sémola en su color natural. Aunque requiere paciencia, el resultado es una pasta que absorbe perfectamente las salsas, tanto de mar como de tierra... prueben estas deliciosas recetas con la fregola sarda:
Para preparar la fregola sarda hecha en casa, lo primero que deben hacer es poner el azafrán en un cuenco con agua tibia 1 y mezclar bien para disolverlo 2. Vierta una parte de la sémola gruesa en la scivedda, el típico recipiente, luego agregue el agua con azafrán una cucharada a la vez 3 mientras mezclan con los dedos, frotando y haciendo movimientos circulares.
Continúen agregando una cucharada de agua a la vez 4 hasta que se formen grumos muy pequeños 5. Al final, espolvoreen con sémola remolinada y distribuyan la fregola sobre una bandeja forrada con papel de horno 6.
Cuezan la fregola en un horno ventilado a 120° durante aproximadamente una hora 7. Cuando esté seca y dorada, saquen del horno y dejen enfriar 8. ¡La fregola está lista para ser utilizada en sus recetas 9!