Cómo limpiar y abrir los mejillones
- Fácil
- 25 min
Las almejas son deliciosos moluscos de carne muy tierna que se pescan principalmente en la zona del alto Adriático.
Las almejas pueden consumirse crudas o cocidas: en ambos casos es importante abrirlas correctamente y limpiarlas de la arena acumulada durante su estancia en el fondo marino, su hábitat natural.
Las almejas son ricas en peculiaridades que las hacen únicas en su género: la salinidad se debe a una particular concentración salina, las carnes son muy consistentes y finalmente la concha las hace también estéticamente adecuadas para platos refinados e impresionantes.
Para la escuela de cocina aprendemos a abrir, limpiar y conservar correctamente las almejas, gracias a un experto: Lucio Perini, vicepresidente de la Organización de Productores de Almejas (OP Almejas).
Para limpiar y utilizar las almejas necesitaréis un cuchillo con la punta redondeada y la hoja delgada y un mazo de cocina para ablandar carne. Existen dos tipos de almejas: una con la concha más clara y otra con la concha más oscura: el sabor y la consistencia de la carne, sin embargo, son las mismas 1. Para limpiar correctamente las almejas es necesario abrirlas incidiendo los dos músculos laterales internos. Sosténgalas teniendo cuidado de colocar la parte más corta de la concha hacia abajo en la palma de la mano 2. Insertad la hoja entre las dos valvas ayudándoos con la presión del dedo. Insertad la punta plana del cuchillo hasta el fondo 3 y
deslízadla lateralmente teniendo cuidado de mantener la hoja inclinada hacia arriba 4. Forzad ligeramente la concha para abrirla, girad la hoja e incidid lateralmente el otro músculo (5-6).
Ahora proceded eliminando la piel grisácea que cubre el fruto y la bolsa intestinal que contiene piedrecitas que, si se dejan dentro, darán la sensación de arena en el producto (7-8). Desprended la almeja también de la parte inferior de la concha 9. Si queréis consumirla cruda, la almeja está lista y, teniendo cuidado de retener su líquido dentro de la concha, podéis condimentarla con un poco de pimienta o jugo de limón.
Si queréis usarla cocida, en cambio, después de haber recogido en un bol el líquido del molusco 10, extraed el fruto de la concha y colocadlo sobre una tabla de cortar. Con la ayuda de un mazo para ablandar carne como este, ablandad la carne de la almeja, insistiendo en el pie rojo, hasta que se vuelva delgada, íntegra y tierna (11-12).
Para conservar las almejas hay diferentes maneras: podéis ponerlas enteras en un bol y cubrirlas con un paño húmedo 13 y mantenerlas en el frigorífico no más de 4 días, si las consumiréis cocidas, mientras que 2 días si pensáis consumirlas crudas. Podéis congelar directamente el molusco entero con la concha que, una vez descongelado, debe ser limpiado: en este caso todo se conserva durante unos 2 meses 14. O bien poned la pulpa limpia en un contenedor apto para congelar y conservarla lista para cocinar 15. ¡Aquí tenéis cómo limpiar las almejas!