Mermelada de frambuesas
- Medio
- 1 h 5 min
- Kcal 42
El sabor intemporal de las mermeladas y confituras nos acompaña siempre en el desayuno con crujientes Tarta de mermelada de albaricoque y simples rebanadas de pan, untadas generosamente con estas deliciosas conservas, mejor aún si son caseras con las frutas que abundan en la temporada estival. Bastarán materias primas de calidad, un poco de tiempo y paciencia, y sin ninguna dificultad realizarás exquisitas confituras para conservar en la despensa. Un botín goloso para consumir no solo como dulce, sino también para acompañar quesos o disfrutar en segundos platos de sabores exóticos como los Gambas en pasta kataifi con salsa de mermelada de albaricoque, refinados y fantasiosos. Contagiados por este espíritu creativo, hemos realizado una confitura original: confitura de melocotón y lavanda. El melocotón se combina muy bien con las hierbas y en este caso su dulzura se enriquece con el aroma intenso de las flores secas de lavanda: liberarán su inconfundible aroma ya en el momento de la maceración. Una vez lista la confitura de melocotón y lavanda, solo te queda elegir tus combinaciones favoritas para disfrutar al máximo de esta delicia en tarro!
Para realizar la confitura de melocotón y lavanda asegúrate de usar tarros intactos, tapas nuevas y proceder a la sanitización como se indica en el cuadro al final de la receta. Luego pela los melocotones 1 y córtalos en trozos eliminando el hueso central 2. Coloca los melocotones cortados en una olla de acero 3.
Vierte el azúcar 4 y las flores secas de lavanda 5, mezcla con una cuchara de madera 6
para sazonar bien los melocotones 7. En este punto tendrás que dejar macerar la fruta, cubriendo la olla con film transparente y colocando en el frigorífico durante una hora. Transcurrido este tiempo, retoma los melocotones que habrán liberado su líquido durante la maceración 9 y colócalos en el fuego a cocinar durante unos 40 minutos a fuego medio, mezclando a menudo
hasta que la mezcla alcance, en el tiempo indicado, los 108°; para monitorear la temperatura, utiliza un termómetro para alimentos. Tan pronto como la confitura esté lista 10, viértela aún caliente en los frascos recién sanitizados 11, llenándolos hasta 1-2 cm del borde 12.
Procede a enroscar bien los frascos con tapas nuevas 13, luego colócalos boca abajo y deja enfriar completamente la confitura 14. Antes del consumo 15, asegúrate de que las tapas no hagan el típico "click-clack" al presionar en el centro, señal de que el vacío no se ha realizado correctamente. Para estas y otras indicaciones, remitimos a la información sobre conservas caseras del Ministerio de Salud.