Raviolis rellenos de trucha asalmonada

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PRESENTACIÓN

De carne o de pescado, de verduras o de ricotta, los raviolis son una de las variedades de pasta rellena de la cocina italiana. Hoy queremos proponeros unos sabrosos raviolis rellenos de trucha asalmonada. Este primer plato refinado envuelve en una lámina delgada de pasta al huevo un relleno cremoso y apetitoso. El relleno resultará muy delicado, pero al mismo tiempo tendrá un sabor decidido gracias a los cubitos de trucha salteados en la sartén y acompañados de la ricotta de oveja. Como en los raviolis con gambas, hemos añadido al relleno la ralladura de limón y algunas hojas de tomillo que con su aroma realzarán aún más el sabor del plato. Para completar con belleza vuestros raviolis bastará con condimentarlos con una simple salsita realizada con tomatitos cherry, que añadirán también un toque de dulzura al plato. ¡Intentad realizar también vosotros los raviolis rellenos de trucha asalmonada para estimular los paladares más finos!

He aquí otra idea refinada y gourmet para cocinar este pescado: Trucha asalmonada en costra de pistachos.

INGREDIENTES

Ingredientes para la pasta fresca (para unos 50 raviolis)
Harina 00 210 g
Sémola de trigo duro remolida 100 g
Huevos 3
para el relleno
Trucha asalmonada 800 g
Ricotta de oveja 300 g
Tomillo 1 ramita
Aceite de oliva virgen extra 10 g
Ajo 1 diente
Vino blanco 60 g
Ralladura de limón 1
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente
Nuez moscada cantidad suficiente - (para rallar)
para la salsa
Tomates 500 g
Aceite de oliva virgen extra 30 g
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente
Albahaca 5 hojas
Ajo 1 diente

Preparación

Para preparar los raviolis rellenos de trucha asalmonada, empezad por la preparación de la pasta. Verted las dos harinas en un bol, añadid los huevos ligeramente batidos 1 y comenzad a amasar con las manos 2. Una vez mezclados todos los ingredientes, pasad la mezcla a una tabla de amasar y trabajadla hasta obtener una masa lisa y homogénea. En este punto, formad una bola 3, envolvedla en film y dejadla reposar al menos 30 minutos en un lugar fresco y seco.

Mientras tanto, ocupaos de filetear la trucha, cortad el lomo para separar los filetes 4, luego quitad las espinas con unas pinzas 5 y, ayudándoos siempre con un cuchillo, eliminad también la piel con mucho cuidado 6.

Alternativamente, podríais optar por comprar filetes de trucha ya listos. Hecho esto, proceded a cortar los filetes en dados 7. Luego, en una sartén verted el aceite y añadid el ajo, dejad que se dore a fuego lento y añadid también los cubos de trucha asalmonada y las hojitas de tomillo 8. Dejad cocinar durante unos 3-4 minutos sin remover, solo moviendo la sartén, luego salpimentad y rociad con el vino blanco 9. Una vez evaporado todo el vino, apagáis el fuego y dejáis enfriar.

En un bol, unid la ricotta con la nuez moscada 10, la sal, la pimienta, el tomillo y la ralladura de un limón 11; mezclad bien el compuesto 12, transferidlo a una manga pastelera y ponedlo en el frigorífico.

En este punto, retomad la pasta y estiradla con la máquina hasta el penúltimo número 13 y colocad las hojas sobre una superficie. Tomad también el relleno de ricotta, reservado previamente, y comenzad a disponer montoncitos sobre la pasta, distanciándolos unos 3-4 cm 14, luego colocad encima algunos cubos de trucha asalmonada cocida (aproximadamente 3 por ravioli) 15.

Hecho esto, rociad con agua las partes descubiertas de la pasta 16, esto os ayudará a cerrar bien los raviolis (como alternativa al rociador, también podéis usar un pincel mojado en agua y pincelar los bordes de la pasta). Tomad otra hoja de pasta y colocadla sobre la otra 17, presionando cerca del relleno para quitar el aire que queda dentro de los raviolis 18.

Tomad un cortador de pasta de 6,5 cm y cortad vuestros raviolis 19, luego sellad bien los bordes con los dedos 20. Continuad de esta forma hasta terminar toda la pasta y el relleno; los restos de pasta se pueden volver a amasar y estirar de nuevo, después de dejarlos reposar. Colocad vuestros raviolis en una bandeja con papel de horno o en una superficie con un paño ligeramente enharinado 21.

Una vez terminados los raviolis, comenzad a preparar el condimento. Laváis bien los tomatitos y los cortáis por la mitad 22, luego los vertéis en una sartén grande junto con un hilo de aceite y el ajo 23, añadid las hojas de albahaca y dejad cocinar durante unos 15-20 minutos a fuego lento, luego salpimentad 24.

Una vez cocida la salsa, coced vuestros raviolis en abundante agua hirviendo durante unos 2-3 minutos 25, luego escurridlos, quitad el ajo de la salsa recién preparada y verted los raviolis dentro 26. Saltead vuestros raviolis rellenos de trucha asalmonada y servid inmediatamente 27!

Conservación

Es aconsejable consumir los raviolis rellenos de trucha asalmonada en cuanto estén preparados. Si habéis utilizado todos los ingredientes frescos, podéis congelar vuestros raviolis crudos. Para la congelación, podéis proceder colocando la bandeja con los raviolis en el congelador para endurecerlos un par de horas. Cuando estén bien duros, ponedlos en bolsas de congelación, mejor si ya están porcionados, y volved a colocarlos en el congelador. Cuando los tengáis que usar, hervidlos directamente congelados en agua hirviendo y proceded como indica la receta.

Consejo

En lugar de la ricotta de oveja, intentad utilizar ricotta de vaca y sustituid el limón con la ralladura de una lima.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.