Quiche de polenta

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PRESENTACIÓN

Una tarta salada sin hojaldre ni masa brisa, sino con una base dorada y sabrosa de polenta integral: la quiche de polenta es un plato único original y delicioso, que une la mejor tradición de los típicos pasteles franceses con un alimento que ha hecho historia en la cocina campesina italiana. El resultado es un plato suculento, para disfrutar bien caliente, en el que las notas rústicas de la polenta integral se encuentran con los sabores delicados del relleno. Con sus ingredientes simples y genuinos, la quiche de polenta se prepara en pocos pasos, y es perfecta para servir en un almuerzo o cena durante la temporada fría o para enriquecer con un toque inusual un brunch o un buffet. ¡Y pueden estar seguros: con esta quiche conquistarán incluso a sus invitados más tradicionalistas!

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INGREDIENTES

Ingredientes para una bandeja de 25 cm de diámetro
Harina de maíz integral para polenta instantánea 185 g
Agua 750 g
Sal gruesa cantidad suficiente
Aceite de oliva virgen extra 40 g - aproximadamente
Para el relleno
Acelgas 120 g
Champiñones 130 g
Nata fresca líquida 250 g
Huevos 3 - (medianas)
Parmesano Reggiano DOP 50 g - (para rallar)

Preparación

Para preparar la quiche de polenta, empiece por la preparación de la base, es decir, de la polenta: ponga al fuego una olla con agua 1 y, cuando esté a punto de hervir, añada sal y vierta aproximadamente 10 de aceite 2. Luego, añada la polenta en forma de lluvia, mezclando con un batidor 3

Baje el fuego y cocine la polenta a fuego lento durante unos 8 minutos, mezclando con un batidor o una cuchara de madera 4. Cuando la polenta esté cocida 5 unte con aproximadamente 10 g de aceite un molde de 25 cm de diámetro 6, distribuyendo bien el aceite por toda la superficie con la ayuda de un pincel o con papel absorbente.

y vierta la polenta 7, distribuyéndola en el fondo y los bordes usando una espátula o una cuchara, para compactarla bien (8-9).

Una vez que haya distribuido la polenta 10 déjela enfriar primero a temperatura ambiente y luego en el frigorífico durante unos 15 minutos, o el tiempo necesario para que se solidifique. Mientras tanto, pase a la preparación del relleno: lave las acelgas y elimine la parte más dura de los tallos 11, luego añádalas en una sartén donde habrá vertido aproximadamente 20 g de aceite 12.

Cubra la sartén con una tapa 13 y deje cocinar durante unos minutos: las acelgas solo deben escaldarse. Una vez que estén listas 14 transfiéralas a un plato y déjelas a un lado por un momento. Ahora pase a los champiñones: límpielos con un paño seco para eliminar la tierra, luego corte la parte final del tallo más terroso 15

luego córtelos en rodajas de aproximadamente medio centímetro de grosor. Vierta aproximadamente 10 g de aceite en la sartén y añada los champiñones 17, que deben cocinarse como máximo durante 2-3 minutos 18. Cuando los champiñones estén cocidos, colóquelos a un lado en un plato.

En un bol, bata los huevos con un batidor 19 y, siempre mezclando con un batidor, añada la nata fresca líquida 20 y el Parmesano rallado 21.

Añada una pizca de sal y pimienta al gusto 22. En este punto, tome el molde con la polenta y vierta la mezcla de nata fresca y huevos 23, llenando con cuidado la base de polenta 24.

Coloque las acelgas superponiéndolas y cruzándolas, como para crear un motivo de rombos 25 y luego coloque también los champiñones en los espacios vacíos entre las hojas de acelgas 26. Cocine en horno estático precalentado a 180° durante unos 40 minutos, y una vez horneada, sirva: ¡su quiche de polenta está lista para ser disfrutada 27!

Conservación

Se recomienda consumir la quiche de polenta bien caliente, recién horneada. Si le sobra, se puede conservar durante 2-3 días en el frigorífico, en un plato bien cubierto con papel film. Como alternativa, puede congelar la quiche cocida, entera o ya porcionada, y recalentarla en el horno cuando la necesite.

Consejo

Puede acelerar los tiempos de preparación preparando la base de polenta el día anterior: una vez que la haya colocado en el molde, puede cubrirla con papel film y conservarla en el frigorífico. También puede variar la composición del relleno, utilizando otro tipo de setas, espinacas en lugar de acelgas o añadiendo sus ingredientes favoritos.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.