Alcachofas fritas a la mostaza

- Dificultad: Fácil
- Tiempo de preparación: 20 min
- Tiempo de cocción: 5 min
- Porción: 4
- Costo: Bajo
PRESENTACIÓN
Son flores estupendas, en todas sus fases en la naturaleza: las alcachofas. Hermosas a la vista y tan versátiles en la cocina. Los romanos las han convertido en un plato estrella con dos recetas deliciosas: alcachofas a la romana y a la judía! Con las alcachofas fritas a la mostaza, en cambio, puedes preparar un acompañamiento (o segundo plato) delicioso y tentador, de preparación realmente sencilla y rápida, que consiste en sumergir los corazones de alcachofa en una masa aromatizada con mostaza y perejil, para luego freírlos en abundante aceite caliente. ¡Una versión aún más sabrosa de las clásicas alcachofas fritas en masa, dedicada a quienes aman los sabores intensos!
Si no tienes tiempo o ganas de limpiar las alcachofas, puedes conseguir corazones de alcachofa congelados, ya limpios y listos para usar.
INGREDIENTES
- Ingredientes para las alcachofas
- Alcachofas 8
- Huevos 2 - medianas
- Harina 00 50 g
- Mostaza 1 cucharadita - en polvo
- Levadura instantánea para preparaciones saladas 1 cucharadita
- Sal fina cantidad suficiente
- para freír
- Aceite de cacahuete cantidad suficiente
Preparación

Lo primero para preparar las alcachofas fritas a la mostaza es limpiar las alcachofas: quita las hojas exteriores más duras 1, corta la parte superior de las alcachofas 2 y el tallo cortándolo justo debajo de la base de la alcachofa (para ver cómo haz clic aquí) conservando solo el corazón, para evitar que las alcachofas se oscurezcan durante la preparación rocíalas con la mitad de un limón 3

Luego corta cada alcachofa en ocho partes 4, y una vez terminada la limpieza sumérgelas en agua acidulada.
Después de limpiar las alcachofas, pasa a la preparación de la masa: en un bol grande coloca los huevos, añade la harina 5, la sal 6,

y la mostaza, y con la ayuda de una batidora o mezcladora, realiza una masa 7 añadiendo durante la preparación también la cucharada de aceite 8 y la cucharadita de levadura 9; si la masa resulta demasiado densa, agrégale 1 o 2 cucharadas de agua tibia (de lo contrario, añade un poco de harina).

Vierte las alcachofas, escurridas y secas, en la masa y deja que se empapen bien durante unos minutos 10. Mientras tanto, calienta el aceite de semillas (o si prefieres de oliva), en el que sumergirás una a una las distintas piezas de alcachofa, cuidando que no se peguen entre sí 11; gíralas sobre sí mismas varias veces, para dorarlas en toda la superficie. Dependiendo del tamaño de la alcachofa, en unos 5/7 minutos estarán listas, entonces retíralas del aceite y colócalas a escurrir sobre papel absorbente de cocina 12; sírvelas aún calientes, espolvoreándolas eventualmente con una pizca de sal.