Caracoles a la calabresa

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PRESENTACIÓN

Los caracoles a la calabresa, un segundo plato muy sabroso, se disfrutan principalmente en los meses de otoño e invierno.
En Calabria, los caracoles se saborean después de las primeras lluvias de otoño, cuando salen de la tierra y están listos para ser recogidos por los numerosos buscadores.
Para acelerar la preparación de esta receta, conviene comprar caracoles sin concha y ya limpios, para evitar la larga y tediosa operación de limpieza.

¡Descubre también la receta de los caracoles de mar guisados!

INGREDIENTES
Caracoles 800 g - descascarilladas y limpias
Concentrado de tomate 100 g
Orégano 1 cuchara
Aceite de oliva virgen extra 4 cucharas
Cebollas 300 g
Sal fina cantidad suficiente
Pimentón picante cantidad suficiente

Preparación

Pica la cebolla y ponla a dorar en una cazuela con 4 cucharadas de aceite.
Cuando la cebolla esté dorada, añade los caracoles y sofríelos durante un minuto, luego agrega agua caliente hasta cubrirlos, un poco de sal (o, para dar más sabor, un cubito de caldo de carne), y deja que se cuezan durante al menos 45 minutos a fuego lento, cubriendo la cazuela con una tapa (agrega más agua caliente si es necesario, hasta el final de la cocción).

Cuando los caracoles estén bastante secos, añade el pimiento en polvo y el concentrado de tomate: deja que los caracoles se sofrían hasta que el concentrado esté bien integrado, luego ajusta de sal, apaga el fuego y añade un chorrito de aceite de oliva en crudo y el orégano reducido a polvo fino; sirve en platos hondos o en fuentes individuales, acompañados de rebanadas de pan casero.

Curiosidades

En Calabria, los caracoles típicos son los de tamaño medio-pequeño, también llamados "mejillones de tierra", y tienen un sabor muy delicado.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.