Corazones con queso de cabra y cebollino

Para preparar la masa de los corazones, verted la leche en una cacerola, añadid la mantequilla y la sal 1 y llevad a punto de ebullición; quitad la cacerola del fuego y añadid inmediatamente la harina, toda de una vez 2. Con la ayuda de una cuchara de madera, mezclad con vigor hasta amalgamar los ingredientes 3 y obtener una mezcla bastante compacta (si la veis grumosa, no os preocupéis).

Dejad que la masa obtenida se temple 4, luego trasladadla a una superficie ligeramente enharinada y amasad con las manos 5 hasta obtener una masa lisa y homogénea 6.

Dejad enfriar completamente la masa de los corazones y mientras tanto preparad el relleno mezclando en un bol el queso de cabra, la sal, la pimienta y el cebollino 7.
Extendéis la masa de los corazones con un rodillo 8 formando una lámina rectangular con un grosor de aproximadamente 1-2 mm como máximo: con una cucharita, tomad un poco del relleno y colocadlo en montoncitos sobre la lámina, 9 a una distancia de unos 10 cm entre sí.

Cubrid los montoncitos con la masa (cerrándola como un libro) 10 y con el corta galletas en forma de corazón recortad las figuras. (11-12) Proceded de este modo, amasando cada vez los recortes hasta agotar los ingredientes. Una vez obtenidas todas las figuras, tomad dos platos: en uno pondréis el pan rallado y en el otro el huevo batido.

Sumergid cada corazón primero en el huevo batido 13, luego pasadlo por el pan rallado 14 y freídlo en aceite moderadamente caliente (no hirviendo) hasta dorar ambos lados 15. Escurrid los corazones, colócalos sobre papel absorbente de cocina y servidlos inmediatamente.