Cebolletas en aceite
- Medio
- 30 min
Las setas en aceite son una conserva casera sencilla y sabrosa, perfecta para llevar a la mesa todo el sabor auténtico de las setas frescas incluso fuera de temporada. Prepararlas en casa te permitirá conservarlas durante mucho tiempo y disfrutarlas de muchas maneras diferentes: son ideales para servir sobre crostini de pan tostado para un aperitivo rústico y delicioso, perfectas para enriquecer una pizza con un toque gourmet o para proponerlas como guarnición junto a quesos y embutidos. Además, son perfectas en un buffet de aperitivos, aportando una nota sabrosa y aromática a cualquier ocasión. Hoy te mostramos cómo preparar los champiñones en aceite, ¡pero con esta receta puedes usar cualquier tipo de setas, como boletus o cardoncellos, por ejemplo!
Si te encanta preparar conservas caseras, aquí una selección de nuestras recetas en aceite:
Para preparar las setas en aceite, comienza con la limpieza de los champiñones: quita la base del tallo 1 y con un paño o una servilleta húmeda limpia ligeramente la superficie 2 (si las setas están muy sucias, se puede optar por un breve enjuague en agua fría durante unos segundos). Divídelos por la mitad 3.
Reserva las setas 4. Limpia y pica finamente el ajo 5, corta el pimiento fresco en rodajas 6.
En una cacerola, calienta el vinagre 7 y el agua 8; cuando esté a punto de hervir, sumerge las setas 9 y añade sal.
Cuando la solución vuelva a hervir 10 añade el romero, el pimiento 11 y el ajo picado 12.
Agrega también las hojas de laurel 13 y mezcla. Espera 1 minuto, luego deja enfriar un poco y escurre las setas con una espumadera 14, transfiriéndolas a un colador 15.
Sécalas por completo en un paño limpio 16, presionando bien. Luego toma un frasco de vidrio de 500 ml perfectamente limpio con tapa nueva. Llénalo con las setas, presionando ligeramente 17. Luego, llena hasta la superficie con aceite de oliva virgen extra en dos pasos, esperando que el aceite se distribuya por todo el frasco 18.
Cierra con la tapa 19 y sumerge en una olla con agua fría. Enciende el fuego y lleva a ebullición durante unos 60 minutos. Una vez pasado este tiempo, deja enfriar los frascos en el agua misma. Para asegurarse de que la operación "al vacío" ha sido exitosa, basta con verificar que la tapa no haga clic en la superficie al presionar con los dedos.