Confitura de melocotón

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PRESENTACIÓN

Con la llegada del verano es imposible dejar pasar la riqueza de la fruta de temporada, ¿y quién de vosotros puede renunciar a los melocotones? Dulces, jugosos y coloridos, se prestan perfectamente a muchísimas preparaciones, especialmente deliciosos postres como tartas, pasteles y quizás batidos frescos. Si tienes en abundancia y quieres conservarlos, ¿qué mejor solución que preparar una excelente confitura de melocotón? Esta preparación es casi un ritual que a menudo nos recuerda a nuestras abuelas, un dulce momento en el que se libera en toda la casa un intenso aroma a fruta fresca. Perfecta para disfrutar en el desayuno o la merienda, untada en una rebanada de pan tostado junto con un poco de mantequilla, pero también ideal para enriquecer tus dulces o postres. Prepara la confitura de melocotón y no verás la hora de probarla. Y si quieres deleitarte con algo inusual, prueba la confitura de melocotón y lavanda!

INGREDIENTES
Ingredientes para 600 gr de confitura
Melocotones amarillos 1 kg
Azúcar 250 g
Zumo de limón 50 g

Preparación

Para preparar la confitura de melocotón comienza eligiendo la fruta: toma melocotones bien maduros y de pulpa firme, lávalos bajo el agua corriente 1, pélalos 2 y quita el hueso 3.

Córtalos en cubos de unos 2 cm 4, colócalos en una cacerola 5 y añade el azúcar 6.

Exprime un limón 7 y agrega el jugo en la cacerola 8. Mezcla 9 y deja macerar por un tiempo no inferior a 7 horas pero que no supere las 12 horas.

Una vez transcurrido el tiempo de maceración, pon la cacerola al fuego 10 y lleva a ebullición,
mezclando con una espátula de vez en cuando 11. Si es necesario, espuma la mezcla 12, para que tu confitura no quede opaca.

Deja hervir a fuego moderado durante unos 40 minutos 13, hasta alcanzar los 108° (utiliza un termómetro de cocina para medir la temperatura exacta). Mezcla de vez en cuando para que la mezcla no se pegue al fondo de la cacerola. Mientras la confitura se cocina, dedícate a la desinfección de los tarros y las tapas, como se indica en las directrices del Ministerio de Salud que se encuentran al final de la receta. Una vez que hayas realizado esta operación, regresa a tu confitura, que ya estará lista: transfórala a un bol para detener la cocción 14 y transfiérela aún caliente a los tarros que has desinfectado, ayudándote con un cazo y un embudo para confituras 15. Cuida de dejar 1 centímetro desde el borde del tarro.

Atornilla bien las tapas 16, pero sin apretar demasiado, y déjalos enfriar. Puedes darles la vuelta 17 o evitar este paso: gracias al calor se formará de todos modos el vacío, que permitirá que el producto se conserve durante mucho tiempo. Una vez que los tarros se hayan enfriado, verifica si el vacío ha ocurrido correctamente: puedes presionar en el centro de la tapa y, si no escuchas el clásico "click-clack", el vacío habrá ocurrido 18. ¡Tu confitura de melocotón está lista para ser disfrutada!

Conservación

La confitura de melocotón se conserva durante unos 3 meses, siempre que el vacío haya ocurrido correctamente y los tarros se conserven en un lugar fresco y seco, protegidos de fuentes de luz y calor. Se recomienda esperar al menos 2-3 semanas antes de consumir la confitura. Una vez abierto cada tarro, conservar en el frigorífico y consumir en un plazo de 3-4 días como máximo.

Consejo

Si no tienes un lugar fresco para macerar la fruta con el azúcar, haz la misma operación en un recipiente bien grande y déjalo en el frigorífico cubierto con papel film. ¡Puedes disfrutar la confitura de melocotón en rebanadas de pan fresco o usarla para decorar y rellenar tus dulces!

IMPORTANTE

La preparación casera de conservas y mermeladas puede presentar riesgos para la salud. En un entorno doméstico no es posible crear condiciones y medidas necesarias para garantizar la seguridad e idoneidad de los alimentos, que, por el contrario, los procedimientos industriales son capaces de asegurar para prevenir contaminaciones peligrosas. Por eso es importante seguir escrupulosamente las indicaciones de seguridad alimentaria para reducir los riesgos, pero siempre hay que tener en cuenta que no se podrá obtener la misma seguridad alimentaria que presentan las conservas y mermeladas producidas a nivel profesional. Para una correcta preparación de las conservas caseras remitimos a las directrices del Ministerio de Salud.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.