Confitura de albaricoque

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PRESENTACIÓN

La confitura de albaricoques es un gran clásico de las conservas: fácil de preparar y deliciosa; es sin duda una de las confituras caseras más queridas y untadas en las rebanadas de pan tostado humeante, por la mañana para el desayuno. Aunque los tiempos y los ritmos de la vida moderna ya no nos permiten preparar productos caseros como se hacía antes, para la confitura de albaricoques se puede hacer una excepción, porque esta es la reina de las confituras y te acompañará durante todo el invierno, para preparar muchas deliciosas Tarta de mermelada de albaricoque! Aprovecha la temporada de verano para conseguir albaricoques frescos y maduros, y dedica un poco de tiempo a esta sencilla preparación que te permitirá enriquecer la despensa con muchas deliciosas reservas invernales!
Las recetas con confitura de albaricoque son realmente muchas, por ejemplo, puedes usarla para rellenar la famosa Sachertorte, la Tarta vertida con crema de mermelada de albaricoque o los tradicionales Gobeletti.

Y si buscas otras confituras, prueba también:

  • Confitura de moras
  • Confitura de sandía
  • Confitura de melocotón
  • Confitura de fresas y albaricoques
  • Confitura de manzana

 

INGREDIENTES
Ingredientes para unos 900 g de confitura
Albaricoques 1 kg
Azúcar 250 g

Preparación

Para preparar la confitura de albaricoques, empieza por elegir los albaricoques: escoge frutos maduros y sin manchas. Lava bien los albaricoques y sécalos usando un paño 1. Córtalos por la mitad, sin pelarlos 2 y elimina el hueso 3.

Córtalos en gajos 4 y a medida que los cortes pon los albaricoques en un bol grande; añade el azúcar 5 y mezcla 6.

Cubre el bol con film transparente 7 y deja macerar durante unas 4 horas en un lugar fresco. Transcurrido el tiempo de reposo, vierte todo en una cazuela 8 y lleva a ebullición, removiendo de vez en cuando 9.

Mientras la confitura se cuece, puedes dedicarte a la desinfección de los frascos y las tapas, como indican las directrices del Ministerio de Sanidad al final de la receta. De vez en cuando, revisa el estado de cocción de la confitura. La fruta comenzará a deshacerse 10 y durante la cocción puede ser necesario espumar la confitura, especialmente si la piel de los albaricoques presenta alguna pequeña mancha. Después de 30 minutos desde el hervor, tu confitura de albaricoques debería estar lista 11: toma un poco de mezcla con una cucharadita y deja caer una gota sobre un plato que debe permanecer compacta, esta es la prueba de que tu confitura está lista 12. Si la gota se desliza y no está compacta, continúa la cocción el tiempo necesario removiendo con frecuencia.

Una vez lista, puedes envasar la confitura aún caliente en los frascos que has desinfectado: llena los tarros con un cucharón, si prefieres puedes usar también un embudo para confituras 13, asegurándote de dejar al menos 1 centímetro de espacio desde el borde del frasco. Enrosca bien las tapas, pero sin apretar demasiado, dales la vuelta 15 y deja enfriar. Con el calor de la confitura se creará el vacío, lo que permitirá conservar el producto durante mucho tiempo. Una vez que los frascos se hayan enfriado, vuélvelos a la posición vertical 14 y verifica si el vacío ha ocurrido correctamente: puedes presionar en el centro de la tapa y, si no escuchas el clásico "clic-clac", el vacío habrá ocurrido. ¡Tu confitura de albaricoques está lista para ser disfrutada!

Conservación

La confitura de albaricoques se conserva durante unos 3 meses, siempre que el vacío se haya realizado correctamente y los frascos se conserven en un lugar fresco y seco, lejos de fuentes de luz y calor.

Se recomienda esperar al menos 2-3 semanas antes de consumir la confitura.

Una vez abierto cada frasco, conservar en el frigorífico y consumir en pocos días.

Consejo

¿Y ahora que la he hecho, cómo la uso? No te preocupes y prueba estas recetas: sachertorte, tarta de confitura de albaricoques, crepes dulces, ojo de buey y galletitas de mantequilla y mermelada... estas son solo algunas ideas, ¡tú deja volar tu imaginación!

IMPORTANTE

La preparación casera de conservas y mermeladas puede presentar riesgos para la salud. En un ambiente doméstico no es posible crear condiciones y medidas necesarias para garantizar la seguridad y adecuación de los alimentos, que, al contrario, los procedimientos industriales son capaces de asegurar para prevenir contaminaciones peligrosas. Por lo tanto, es importante seguir escrupulosamente las indicaciones de seguridad alimentaria para reducir los riesgos, pero siempre se debe tener en cuenta que nunca se podrá obtener la misma seguridad alimentaria que presentan las conservas y mermeladas producidas a nivel profesional. Para una correcta preparación de las conservas caseras remitimos a las directrices del Ministerio de Sanidad.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.