Penne gratinadas con tomate y ricotta salada

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PRESENTACIÓN

Las penne gratinadas con tomate y ricotta salada son un primer plato fácil y rápido de preparar, lleno de sabores mediterráneos. Perfecto para un almuerzo en familia o para una cena de último minuto, se prepara con pocos y simples ingredientes. La dulzura de los tomatitos combina perfectamente con el sabor intenso de la ricotta salada y las penne rayadas son el formato de pasta más adecuado para recoger este condimento. Gracias a su agujero central y a las estrías externas recogen la salsa y la liberan en cada bocado. ¡Preparen también ustedes las penne gratinadas con tomate y ricotta salada, les conquistarán con su crujiente!

INGREDIENTES
Penne Rigate 320 g
Tomates cherry 700 g
Aceite de oliva virgen extra 30 g
Ajo 1 diente
Albahaca cantidad suficiente
Ricotta salada 150 g
Sal fina cantidad suficiente

Preparación

Para preparar las penne gratinadas con tomate y ricotta, comiencen preparando el condimento. Laven los tomatitos y córtenlos en 4, luego viertan el aceite junto con el ajo en una cacerola grande 2, déjenlo dorar a fuego moderado y añadan los tomatitos 3.

Salpimienten y añadan la albahaca 4, luego cubran con una tapa 5, dejen cocinar durante unos 15 minutos y una vez cocido, eliminen el ajo 6 y apaguen el fuego.

Rallen la ricotta salada con un rallador de agujeros grandes 7 y cocinen la pasta en abundante agua hirviendo, salada a gusto 8. Escúrranla al dente 9

y viértanla directamente en la salsa preparada 10. Añadan la ricotta salada 11, reservando unos 50 g que servirán para gratinar la superficie. Luego viertan la pasta en una bandeja de 27x19 cm 12.

Recubran la superficie de la pasta con la ricotta salada reservada 13 y horneen en horno estático precalentado a 240° con el modo grill durante 3-4 minutos (si utilizan el horno ventilado será suficiente ajustarlo a una temperatura de 220°). Una vez horneada 14, sirvan inmediatamente sus penne gratinadas con tomate y ricotta salada 15.

Conservación

Conservad vuestras penne gratinadas con tomate y ricotta salada por un máximo de 1-2 días en el frigorífico y bien cubiertas.

Consejo

¡Reemplacen los tomatitos por salsa de tomate y añadan mozzarella en lugar de ricotta salada para un efecto fundente!

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.