Raviolón con yema fundente con ricotta y espinacas

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PRESENTACIÓN

El raviolón con yema fundente con ricotta y espinacas es un primer plato original y refinado además de muy sabroso. La particularidad de este plato es que el raviolón tiene un relleno formado por un suave nido de ricotta y espinacas que envuelve una yema de huevo; esta última no se solidifica completamente durante la cocción, sino que permanece "fundente". ¡Cuando cortes el raviolón con el tenedor, la yema se deslizará fuera de la masa, proporcionando una cremosidad irresistible! Si deseas cambiar respecto a los típicos raviolis de ricotta y espinacas con mantequilla y salvia, esta es la receta indicada para ti: al tratarse de un plato rico y sustancioso, será suficiente servir un solo raviolón con yema fundente con ricotta y espinacas por comensal.

INGREDIENTES

Ingredientes para 4 raviolones
Harina 00 200 g
Huevos 2 - medianas
Para el relleno
Ricotta de vaca 100 g
Espinacas 100 g - hervidos
Yemas 4
Claras de huevo 1 - para untar
Pecorino 20 g
Grana Padano DOP 20 g
Cebollas 1 - pequeña
Aceite de oliva virgen extra cantidad suficiente
Nuez moscada cantidad suficiente
Mantequilla 15 g
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente
Para el condimento
Salvia 1 manojo
Mantequilla 100 g
Grana Padano DOP 80 g

Preparación

Para preparar el raviolón con yema fundente con ricotta y espinacas comienza con la pasta fresca (puedes consultar el procedimiento completo en la ficha de la Escuela de Cocina: pasta fresca al huevo, siguiendo las cantidades de esta receta). En un bol tamiza la harina 1, los huevos y comienza a amasar en el bol 2. Una vez que los huevos se hayan absorbido, toma la masa 3

y manéjala unos minutos sobre una superficie de trabajo ligeramente enharinada 4. Luego cúbrela con film transparente y déjala reposar al menos 30 minutos en un lugar fresco 5. Mientras tanto, dedícate al relleno: pela y pica finamente una cebolla 6;

sofríela en una sartén con un chorrito de aceite y 15 g de mantequilla 7. Cuando esté pochada, agrega las espinacas previamente lavadas 8 añade muy poca agua y déjalas cocinar con la tapa durante unos minutos. Al final de la cocción estarán pochadas 9, deja que se sequen, luego apaga el fuego.

En un bol, vierte la ricotta, los quesos rallados 10 y una ralladura de nuez moscada 11. Luego mezcla todo con una espátula 12.

Al relleno de quesos añade también las espinacas cocidas y picadas 13, ajusta de sal y pimienta y mezcla todo cuidadosamente (para realizar el relleno también puedes usar una batidora, triturando juntos todos los ingredientes). Ahora toma la pasta fresca, extiéndela en una hoja delgada de unos milímetros ayudándote con un rodillo largo: la masa resultará bastante elástica, por lo que puedes sujetar un extremo con la mano y con la otra hacer deslizar el rodillo sobre la pasta. Estírala bien en todas las direcciones hasta obtener una hoja delgada 14. Recorta 8 discos con un cortador de pasta (o alternativamente siguiendo el contorno de un cuenco) de 18 cm de diámetro cada uno 15.

Una vez obtenidos los discos de pasta, transfiere la mezcla de espinacas y ricotta a una manga pastelera y para cada uno de los 4 discos realiza dos espirales de mezcla 16. En el centro de cada espiral, coloca una yema 17 reservando la clara que servirá para pincelar los bordes de los 4 discos rellenos 18.

Sobre cada disco relleno, coloca otro y presiona suavemente en los bordes para sellarlos 19. Luego decora con los dientes de un tenedor delicadamente alrededor de los bordes 20. Coloca los raviolones sobre un paño de cocina enharinado y mientras tanto haz hervir abundante agua en una olla grande de bordes altos. Mientras tanto, en una sartén derrite la mantequilla y añade las hojitas de salvia 21.

Cuando el agua comience a hervir, sumerge delicadamente los raviolones, dos a la vez 22; déjalos cocinar solo un par de minutos, luego escúrrelos y saltéalos en la sartén con mantequilla y salvia 23. Una vez sazonados, coloca un raviolón en cada plato de servir y decóralo con una hojita de salvia 24; también puedes condimentarlo con una pizca de Grana Padano antes de servirlo bien caliente a tus comensales!

Conservación

Recomendamos consumir el raviolón con yema fundente con ricotta y espinacas, recién preparado. No se aconseja congelar.

Consejo

¿Quieres variar el relleno? ¿Qué tal probar una versión sarda con ricotta aromatizada con cáscara de limón sin tratar?

Sea como sea que decidas preparar tu raviolón fundente, recuerda trabajar la pasta fresca al resguardo de corrientes de aire porque tiende a secarse muy fácilmente!

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.