Confitura de sandía

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PRESENTACIÓN

Cuando las sandías están en su punto máximo de dulzura, no hay nada mejor que comerlas al natural... o conservar su sabor para el invierno, haciendo una colorida confitura de sandía. Al cocerla, la sandía perderá mucha agua y el resultado será un concentrado azucarado para disfrutar en cualquier momento del día. Podrás untarla en pan tostado, como todas las confituras, o utilizarla para personalizar tus dulces, enriquecer tus tartas y servirla junto con una bola de Helado de nata. La confitura de sandía será una idea realmente original y tus invitados la apreciarán mucho!

INGREDIENTES
Ingredientes para 300 g de confitura
Sandía 1 kg
Zumo de naranja 70 g
Azúcar 180 g

Preparación

Para preparar la confitura de sandía, sanea los tarros donde quieras conservarla como se indica en el sitio del Ministerio de Salud. Corta la sandía en pedazos 1, elimina la cáscara 2 y las semillas 3. Corta la pulpa en cubos (en total necesitarás aproximadamente 930 g de pulpa).

Transfiérelos a un colador colocado dentro de un bol 4 y deja escurrir durante al menos 30 minutos. Luego pasa los trozos de sandía a una olla grande, añade el azúcar 5 y el zumo de naranja 6.

Cuece a fuego lento 7 removiendo a menudo durante unos 40 minutos 8. Deja enfriar un poco y transfiere al interior de una batidora 9.

Tritura todo 10 y transfiere al interior de un tarro sanitizado 11. Podrás elegir disfrutar de tu confitura de inmediato 12, o para una conservación más larga puedes hervir los frascos siguiendo las directrices del Ministerio de Salud que encuentras al final de la página.

Conservación

Conserva la confitura de sandía en el frigorífico y consume dentro de dos meses. Una vez abierto el tarro, consúmela dentro de 5 días, conservándola siempre en la nevera.

Consejo

Aromatiza tu confitura con flores de lavanda, cáscara de naranja, menta picada y otros aromas a tu gusto.

IMPORTANTE

La preparación casera de conservas y mermeladas puede presentar riesgos para la salud. En un entorno doméstico no es posible crear las condiciones y medidas necesarias para garantizar la seguridad y la idoneidad de los alimentos, que, por el contrario, los procedimientos industriales son capaces de asegurar para prevenir contaminaciones peligrosas. Es importante seguir escrupulosamente las indicaciones de seguridad alimentaria para reducir los riesgos, pero siempre hay que tener en cuenta que nunca se podrá lograr la misma seguridad alimentaria que presentan las conservas y mermeladas producidas a nivel profesional. Para una correcta preparación de las conservas caseras remitimos a las directrices del Ministerio de Salud.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.