Ragú de seitán

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PRESENTACIÓN

Del francés ragoût, de ragoûter, es decir, "despertar el apetito", el ragú es realmente una de las preparaciones más suculentas de nuestra tradición culinaria. El buen sofrito de verduras, la larga y dulce cocción que llena la casa de aromas de otros tiempos; las lasañas, los tallarines del domingo… son sensaciones que evocan inmediatamente el hogar. Pero, ¿y si os dijéramos que se puede preparar un buen ragú también sin carne? No pongáis esa cara: no estamos hablando de un insípido sustituto del plato de vuestros recuerdos, sino de una receta robusta y sabrosa. Una válida y deliciosa alternativa vegetariana a uno de los clásicos más queridos de siempre, ¡que no teme la comparación con el original! Preparado con buen seitán, ingrediente derivado del trigo, conocido por todos los amantes de la cocina ligera y vegetariana o vegana, nuestro ragú encierra todos los aromas del ragú clásico, como zanahoria, cebolla, apio y tomate, pero con una inesperada ligereza. Probadlo en vuestras recetas de casa, tal vez para sazonar unos excelentes Tagliatelle sin huevo hechos en casa: ¡estamos seguros de que haréis muy felices a vuestros amigos vegetarianos, y también los omnívoros os pedirán más!

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INGREDIENTES
Ingredientes para 1,5 kg de ragú de seitán
Seitán 1 kg - fresco orgánico
Zanahorias 50 g
Apio 60 g
Cebollas rojas 60 g
Aceite de oliva virgen extra 20 g
Passata de tomate 400 g
Vino blanco seco 150 g
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente
Concentrado de tomate 10 g

Preparación

Para preparar el ragú de seitán, comenzad ocupándoos del sofrito de verduras, que se prepara de forma clásica. Limpiad la cebolla, la zanahoria y el apio y cortadlos en trozos grandes 1. Colocad todo en la batidora 2 y accionad las cuchillas hasta obtener un picado muy fino 3.

Calentad el aceite en una cacerola grande y añadid el picado de verduras 4. Dejad dorar a fuego lento durante al menos 15 minutos, hasta que el sofrito esté seco. Mientras tanto, dedicad vuestra atención al seitán. Introducidlo poco a poco en una picadora 5 para obtener un picado 6. Si no disponéis de una picadora, podéis picar el seitán con un cuchillo.

Añadid el seitán picado al sofrito 7 y dejad dorar unos minutos, removiendo a menudo con una cuchara de madera. Luego, verted el vino blanco 8 y dejadlo evaporar. Apenas el ragú vuelva a estar seco 9

incorporad la salsa de tomate 10, enjuagando el recipiente con un poco de agua para recoger toda la salsa y hacer el ragú un poco más húmedo 11. Mezclad bien y añadid también el concentrado de tomate 12.

Continuad la cocción, a fuego lento, durante 40 minutos, removiendo a menudo para que el ragú no se pegue 13. Hacia el final de la cocción, añadid sal y pimienta 14 y mezclad con cuidado. ¡El ragú de seitán está listo para ser utilizado en vuestras creativas recetas!

Conservación

El ragú de seitán se conserva en el frigorífico, cerrado en un recipiente hermético, durante un máximo de 3 días. Podéis congelarlo en los recipientes adecuados, si habéis utilizado solo ingredientes frescos y no descongelados.

Consejo

Para hacer un buen ragú, se sabe que la calidad de la materia prima es fundamental: ¡elegid un buen seitán biológico, o, si tenéis tiempo, preparadlo en casa!

Curiosidad

Pero, ¿qué es, al final, este seitán? Es un alimento altamente proteico, importante en las dietas vegetarianas y pobres en proteínas animales. Se obtiene del gluten del trigo o de otros cereales, y luego se cuece a fuego lento en agua sazonada con salsa de soja, alga kombu y otros aromas. El aspecto y la consistencia final del seitán, aunque varían de un producto a otro, recuerdan mucho a los de la carne; el sabor es más delicado, y por eso da lo mejor de sí sobre todo en recetas en las que se condimenta con otros ingredientes o a través de marinados y largas cocciones.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.