Salsa de ajo

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PRESENTACIÓN

Esta salsa de ajo, muy popular en los países del Medio Oriente, es un sabroso condimento utilizado para acompañar diversos platos; a pesar de estar hecha a base de ajo, es una salsa suavizada por la presencia de almendras y puré de patata.
Existen numerosas versiones de salsa de ajo, la que te proponemos es una receta adaptada de la cocina greco-turca. La salsa de ajo es excelente como acompañamiento para la bourguignonne, platos principales a la parrilla y frituras rebozadas, en particular el bacalao frito. Una receta fácil y rápida para dar sabor a tus platos.

INGREDIENTES
Ajo 4 dientes
Almendras peladas 50 g
Aceite de oliva virgen extra 250 ml
Perejil 2 cucharas - para picar
Vinagre de vino blanco 2 cucharas
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente
Patatas 80 g

Preparación

Para preparar la salsa de ajo, lava bien la patata y ponla a cocer con toda la piel en agua con sal 1; cuando esté cocida (pincha con un tenedor para verificar la cocción), escúrrela y deja que se enfríe. Una vez fría, pélala 2 y córtala en gajos. Limpia el ajo y colócalo en la batidora 3 (si prefieres, puedes usar un mortero).

agrega las almendras peladas 4, el perejil, el vinagre 5, las patatas 6,

sazonar con sal, pimienta y triturar todo incorporando el aceite poco a poco (7-8). Una vez obtenida una crema densa, la salsa de ajo estará lista para ser servida con tus platos 9.

Conservación

Conserva la salsa de ajo en el frigorífico, bien cubierta con film transparente o en un recipiente hermético, durante 2-3 días.
Se desaconseja la congelación.

Consejo

Dado que la preparación tradicional prevé el uso del mortero, puedes usarlo en lugar de la batidora: comienza machacando el ajo, luego pasa la mezcla a un bol donde añadirás el resto de los ingredientes trabajando con un tenedor y poco a poco agrega el aceite para suavizar hasta obtener una crema suave.

Curiosidades

Esta salsa es popular en muchos países del Mediterráneo y tiene varias versiones, en particular la receta propuesta recuerda a la Skordalia, una salsa oriental cuya origen es disputada entre Grecia y Turquía, que prevé la adición de nueces y migas de pan. La Skordalia se sirve generalmente como salsa para dar sabor a platos de pescado y carne, pero también se puede encontrar como condimento para verduras tanto fritas como cocidas.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.