Albóndigas de rúcula

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PRESENTACIÓN

Con las manzanas, con el limón o con los pistachos… las albóndigas de carne pueden ser enriquecidas de muchísimas maneras diferentes para crear recetas cada vez más deliciosas. ¿Por qué no probar entonces las albóndigas de rúcula? Estos tiernos bocados dorados se preparan con carne de ternera, cuyo sabor delicado se realza con el inconfundible toque picante de la rúcula. Son perfectas para servir como entrante o plato principal, y también son ideales para un menú sin gluten porque se elaboran con un empanado sin gluten.

INGREDIENTES

Ingredientes para unas 12 albóndigas
Ternera 300 g - (pulpa picada)
Rúcula 80 g
Grana Padano DOP 40 g - para rallar
Huevos 1
Ajo 1 diente
Aceite de oliva virgen extra 20 g
Sal fina 1 pizca
Para empanar y freír
Pan rallado sin gluten 50 g
Aceite de girasol cantidad suficiente
Para servir
Rúcula 100 g

Preparación

Primero, lava y seca la rúcula, luego pícala finamente con un cuchillo 1. En una sartén sofríe el ajo con un chorrito de aceite, luego añade la rúcula 2 y déjala sazonar por unos minutos, removiendo con frecuencia 3.

Vierte la carne picada en un bol grande, luego añade el Grana Padano DOP rallado 4, el huevo 5 y la rúcula 6.

Agrega también una pizca de sal 7 y mezcla bien 8 hasta obtener una mezcla homogénea 9.

Toma una porción de masa de unos 30 g y forma albóndigas 10, que irás colocando en una tabla. Después de dar forma a las albóndigas, vierte el pan rallado en un recipiente y cubre las albóndigas de manera uniforme 11. En este punto, calienta abundante aceite de semillas en una sartén y fríe las albóndigas durante 2-3 minutos por cada lado 12.

Cuando estén bien doradas, escúrrelas con una espumadera 13 y colócalas sobre papel absorbente para eliminar el exceso de aceite 14. ¡Sirve tus albóndigas de rúcula sobre una cama de rúcula fresca 15!

Conservación

Las albóndigas de rúcula se pueden conservar en el frigorífico durante unos 2 días. Puedes congelarlas antes de cocinarlas, asegurándote de dejarlas descongelar en el frigorífico antes de freírlas.

Consejo

Como alternativa a la fritura, puedes cocinar las albóndigas en un horno ventilado a 200° durante unos 20 minutos, añadiendo un chorrito de aceite. Para una variante aún más sabrosa, enriquece la mezcla con panceta en cubos y guindilla.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.