Callos a la parmesana

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PRESENTACIÓN

Los callos a la parmesana son un plato rico y sabroso que proviene de la tradición culinaria humilde de Emilia.
Para los callos a la parmesana se prepara un sofrito de cebolla, luego se dora bien los callos y se deja cocer a fuego lento durante dos horas con la salsa de tomate.
Durante la larga cocción, para que los callos no se sequen y queden tiernos, se añade el caldo de carne. Finalmente, los callos se condimentan con abundante queso parmesano rallado.
Los callos a la parmesana son un plato de sabor antiguo que se puede servir con crujientes de pan como un plato único.

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INGREDIENTES
Cebollas blancas 1
Aceite de oliva virgen extra cantidad suficiente
Passata de tomate 220 g
Caldo de carne 200 g
Parmesano Reggiano DOP 100 g - para rallar
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente
Callos 1 ½ kg - limpia

Preparación

Para preparar los callos a la parmesana, pique finamente la cebolla 2 y corte los callos en tiras 2. En una cacerola alta y amplia, dore la cebolla con aceite de oliva virgen extra 3 y

déjela pochar durante unos diez minutos, añadiendo un poco de caldo de carne 4. Una vez que la cebolla esté tierna, añada los callos 5 y déjelos dorar durante 5-6 minutos. Ajuste de sal y pimienta 6 y

añada la salsa de tomate 7. Mezcle todo y revuelva con una cuchara de madera, luego deje cocer todo sin tapa a fuego lento durante unas 2 horas, añadiendo de vez en cuando un cucharón de caldo de carne 8, para que los callos no se sequen y queden tiernos. Al final de la cocción, añada el queso parmesano rallado 9, mezcle y sirva sus callos a la parmesana.

Conservación

Conserve los callos a la parmesana en el frigorífico, cerrados herméticamente, durante 2 días. Si lo desea, también puede congelar los callos.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.