Cerezas en almíbar

/5

PRESENTACIÓN

Las cerezas en almíbar son una conserva clásica y atemporal, preparada siempre por nuestras abuelas; realmente vale la pena intentar hacer esta sencilla pero sabrosa conserva, si no por otra razón, por el delicioso resultado que no se encuentra en los envases industriales.
Para esta preparación, sería mejor utilizar las “cerezas duracina” o “durones”, mucho más adecuadas para ser conservadas.
El almíbar, preparado simplemente con agua y azúcar, es un excelente método para conservar la fruta al natural.
Además de preservar su sabor, mantiene durante mucho tiempo su color rojo amarantino. Si se desea, se puede añadir aromas como canela, vainilla o un licor.
Habrá que esperar al menos un mes antes de disfrutar de estas deliciosas cerezas, pero valdrá la pena. Una vez listas, podréis disfrutarlas simplemente así, acompañándolas con helado de crema, o usarlas para vuestras preparaciones dulces: por ejemplo, podréis preparar la tarta selva negra incluso cuando las cerezas no están en temporada, haced clic Tarta selva negra para ver la receta.

INGREDIENTES
Ingredientes para 2 frascos de 500 ml (o 4 de 250 ml)
Cerezas 2 kg
Azúcar 200 g - (para 1 litro de agua)
Agua 1 l

Preparación

Para preparar las cerezas en almíbar, primero debéis procuraros frascos de vidrio para la conserva (del tipo twist-off con cápsula metálica o con tapa de resorte y junta de goma) y proceder a sanificarlos según las directrices del Ministerio de Salud que se indican al final de la receta. Comenzad lavando cuidadosamente los frascos bajo agua corriente, para los frascos con cierre hermético, lavad bien también la junta y dejadla aparte para que se seque 1. Forrad una olla ancha con bordes altos con un paño limpio y colocad los frascos dentro de la olla. Luego, pasad uno o más paños alrededor de los frascos para evitar golpes 2. Llenad la olla con agua hasta cubrir los frascos. Llevad a ebullición, luego bajad el fuego y dejad los frascos en la olla durante otros 30 minutos. Diez minutos antes de escurrir los frascos, sumergid también las tapas para esterilizar. Pasado el tiempo necesario, apagáis el fuego y dejáis enfriar. Cuando el agua esté a temperatura ambiente, sacad los frascos de la olla y dejadlos escurrir sobre un paño 3.

Ahora que los frascos están listos, preparad un almíbar con azúcar y agua con 200 gr de azúcar y un litro de agua procediendo de la siguiente manera: poned una olla con el agua al fuego y verted dentro el azúcar 4. Llevadla a ebullición y mezclad hasta que el azúcar esté completamente disuelto 5. Es importante no cocinar demasiado el almíbar, de lo contrario, se corre el riesgo de que se forme caramelo. Dejad enfriar el almíbar, mientras tanto, tomad las cerezas, elegidlas firmes y maduras, lavadlas bien y secadlas 6.

Eliminad el tallo 7. Colocad las cerezas en los frascos con cierre hermético 8 tratando de acomodarlas de manera que queden los menos espacios vacíos posibles, sin aplastarlas demasiado. Con las dosis indicadas obtendréis dos frascos de 500 ml de capacidad 9.

Verted el almíbar previamente preparado sobre las cerezas dentro de los frascos 10, agitándolos de vez en cuando para que salgan las posibles burbujas de aire; deteneos con el almíbar a 1 cm del borde 11. Finalmente, cerrad los frascos 12. Si utilizáis frascos con tapa de rosca, atornillad bien las tapas pero sin apretar excesivamente. En este punto, proceded con la ebullición: colocad los frascos en una olla grande, para evitar que los frascos se rompan al golpearse entre ellos mientras hierven, podéis envolverlos por separado en algunos paños. Llenad la olla de agua: el nivel del agua no debe superar la tapa de los frascos. Llevad a ebullición y dejad hervir durante 20-30 minutos. Pasado este tiempo, apagad el fuego, extraedlos del agua utilizando unas pinzas y dejad enfriar. Si utilizáis frascos con tapas de rosca, una vez que los frascos se hayan enfriado, verificad si el vacío se ha realizado correctamente: podéis presionar en el centro de la tapa y, si no sentís el clásico "click-clack", el vacío se habrá realizado. Si utilizáis frascos con cierres de junta de goma, al momento de consumir las cerezas, podéis hacer la prueba del vacío tirando de la lengüeta: si al tirar de ella produce un sonido seco, significa que el contenido se ha conservado con el vacío correcto. Por el contrario, si al tirar de la lengüeta la junta resulta "blanda", significa que no se ha creado el vacío correctamente y es mejor no consumir su contenido. ¡Vuestras cerezas están listas para ser disfrutadas!

Conservación

Las cerezas en almíbar se pueden conservar hasta 3 meses, teniendo cuidado de mantener los frascos en un lugar fresco y seco y al abrigo de la luz directa. Se recomienda esperar al menos 1 mes antes de consumir las cerezas. Para contener las cerezas, procuraos frascos herméticos no demasiado grandes, lo ideal es el frasco con capacidad de 250 ml, ya que cuando abráis uno, debéis consumir las cerezas en un máximo de 3-4 días incluso si las conserváis en el frigorífico.

Consejo

Podéis añadir en los frascos aromatizantes como canela, clavo de olor, vainilla o licor Maraschino.

Curiosidad

Al cerezo se le atribuyen significados diferentes dependiendo de las zonas geográficas y las poblaciones: en Europa Central, el cerezo es considerado el protector de los campos contra los malintencionados; en los países escandinavos y en Gran Bretaña, en cambio, es el símbolo de la desgracia y de próximas desgracias; en Oriente (especialmente en Japón) el cerezo es el emblema de la feminidad y la sensualidad.

IMPORTANTE

La preparación casera de conservas y mermeladas puede presentar riesgos para la salud. En un entorno doméstico no es posible crear las condiciones y medidas necesarias para garantizar la seguridad y la idoneidad de los alimentos, que, por el contrario, los procedimientos industriales son capaces de asegurar para prevenir contaminaciones peligrosas. Por lo tanto, es importante seguir meticulosamente las indicaciones de seguridad alimentaria para reducir los riesgos, pero siempre hay que tener en cuenta que nunca se podrá obtener la misma seguridad alimentaria que presentan las conservas y mermeladas producidas a nivel profesional. Para una correcta preparación de las conservas caseras, remitimos a las directrices del Ministerio de Salud.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.