Focaccia de trigo quemado con tomatitos

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PRESENTACIÓN

¿También sois amantes de la focaccia con tomatitos y orégano? Entonces no podéis dejar de probar nuestra focaccia de trigo quemado con tomatitos. La harina de trigo quemado liberará un aroma ahumado y tostado al mismo tiempo... un toque innovador para vuestra Focaccia, aunque en realidad este trigo quemado forma parte de la antigua tradición campesina, que hoy en día se está redescubriendo cada vez más. El truco para obtener una focaccia suave es precisamente Focaccia de patatas; mientras que la adición de aceite hace que la suavidad del interior de esta focaccia contraste con la corteza crujiente de la superficie. ¡Enriqueced vuestra focaccia añadiendo tomatitos cherry frescos para dar un toque de dulzor y aromatizadla con una pizca de orégano!

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INGREDIENTES

Ingredientes para una bandeja de 32 cm
Harina de trigo quemado 125 g
Sémola de trigo duro remolida 375 g
Patatas 200 g
Sal fina 25 g
Levadura seca de cerveza 5 g
Agua 400 g
Aceite de oliva virgen extra 50 g
para condimentar
Tomates de Pachino 300 g
Aceite de oliva virgen extra 20 g
Orégano cantidad suficiente
Sal fina cantidad suficiente
para la superficie de trabajo
Aceite de oliva virgen extra cantidad suficiente

Preparación

Para preparar la focaccia de trigo quemado con tomatitos, lo primero que debéis hacer es poner a hervir las patatas en agua salada durante aproximadamente 20 minutos 1, el tiempo de cocción depende del tamaño de las patatas; si al pincharlas con un tenedor la patata se resbala fácilmente, significa que están listas. A este punto peladlas 2, pasadlas por un prensapatatas 3 y dejadlas templar.

Mientras tanto, en una amasadora, verted la harina de sémola remolida, la de trigo quemado 4, la levadura seca 5 y activad la amasadora con el gancho montado, vertiendo casi toda el agua, a temperatura ambiente, en un hilo 6, reservando unos 50 gramos.

Una vez que la masa haya alcanzado una consistencia firme, añadid también la sal disuelta en el agua reservada anteriormente 7, luego agregad también el aceite 8 y amasad durante unos 10 minutos. La masa quedará muy blanda, pero no os preocupéis si no se despega del bol, lo importante es que esté bien incorporada 9.

A este punto, añadid también las patatas machacadas y ya templadas 10, dejad la amasadora funcionando un par de minutos más 11 y, ayudándoos con una rasqueta, verted la masa sobre una superficie de trabajo engrasada 12.

Luego, dadle plegados de refuerzo llevando las partes externas de la masa hacia el centro 13. Formad una bola 14 y pasadla a un bol grande 15, cubrid todo con film transparente y dejadla reposar durante aproximadamente 1 hora en el horno solo con la luz encendida, luego colocadla en el frigorífico y dejadla fermentar toda la noche.

A la mañana siguiente, sacadla del frigorífico y dejadla nuevamente a temperatura ambiente durante aproximadamente 2 horas 16. Luego, verted la masa, ayudándoos siempre con una rasqueta, sobre una superficie de trabajo engrasada y dadle nuevamente plegados 17. Formad una bola y pasadla a una bandeja engrasada 18.

Con las manos engrasadas, extendéd la masa presionando con los dedos hasta cubrir toda la bandeja 19. Espolvoread la focaccia con aceite 20, luego lavad bien los tomatitos y cortadlos por la mitad 21.

Colocadlos sobre toda la focaccia, con la parte de la piel hacia arriba 22 y dejad fermentar nuevamente durante una hora a temperatura ambiente. Finalmente, añadid el orégano y la sal 23 y hornead en horno ventilado precalentado durante unos 40 minutos a 190°C 24.

Conservación

La focaccia de trigo quemado con tomatitos se sirve recién horneada. Se conserva en el frigorífico bien cubierta durante un máximo de 2 días: recordad calentarla en el horno antes de degustarla. Puede congelarse una vez cocida.

Consejo

La focaccia de trigo quemado con tomatitos tiene poca levadura, por lo que es necesaria una fermentación lenta. Si queréis saltar el paso en el frigorífico, podéis dejar vuestra masa, siempre cubierta, a temperatura ambiente durante unas 4-5 horas, o hasta que haya duplicado su volumen.

Curiosidad

La harina de trigo quemado surge de la tradición campesina de recoger los granos de trigo que quedaban en el suelo después de la cosecha y la quema de los rastrojos. Los granos se recogían, se molían y se mezclaban con una parte de harina blanca. Cuando comprar harina se hizo más fácil para los campesinos, el trigo quemado desapareció del consumo. Hoy en día se está difundiendo nuevamente, aunque actualmente se obtiene de manera diferente a la original, es decir, aprovechando el tostado y no la quema completa del trigo. Lo que se obtiene, sin embargo, sigue siendo una harina con un sabor muy particular y un color oscuro que caracteriza luego el producto final.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.