Crujiente de almendras
- Fácil
- 20 min
- Kcal 808.7
La leche de almendra es una bebida refrescante para disfrutar bien fría durante los calurosos días de verano, pero también es un ingrediente fundamental para realizar muchas recetas, como por ejemplo la Panna cotta de almendras o la famosa Golden milk. Siendo un producto de origen vegetal, además, la leche de almendra es muy apreciada también por quienes sufren de intolerancias y se utiliza como sustituto de la leche de vaca para preparar dulces deliciosos como el Pastel de ciruela sin huevos o el Helado de leche de coco, pero también preparaciones especiales como el Pudin de chía! La leche de almendra es muy fácil de hacer en casa siempre que se elijan ingredientes de calidad, como almendras frescas y naturales. ¡Descubramos juntos cómo preparar esta versátil receta básica y contadnos cómo habéis decidido utilizar vuestra deliciosa leche de almendra hecha en casa!
Para preparar la leche de almendra, primero poned las almendras a remojo en un cuenco con 500 g de agua durante al menos una hora 1. Pasado este tiempo, verted tanto las almendras como el agua en una batidora equipada con cuchillas de acero 2, luego añadid los restantes 500 g de agua 3
y la miel 4. Batid todo hasta obtener una crema homogénea 5, luego filtrad la mezcla obtenida a través de un colador de malla fina 6.
Mezclad bien con una cucharita para separar la parte líquida de la sólida (7-8), luego guardad en el frigorífico el cuenco donde habéis recogido el líquido durante al menos una hora, cubierto con film transparente. ¡Servid vuestra leche de almendra fría o a temperatura ambiente 9!