Macarrones caseros

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PRESENTACIÓN

¡Agua, harina y... fantasía! Así es como cobra vida la Pasta fresca con huevo (lámina y formatos) casera, pocos y sencillos ingredientes moldeados por manos expertas para crear platos eternos como estos macarrones hechos en casa. Sabemos bien que el término "macarrones" para cada uno de ustedes significa un formato de pasta diferente, según la región de procedencia. En Emilia Romagna son famosos los al peine, llamados así porque tienen estrías realizadas con un peine de telar. En Lazio, en cambio, se preparan los macarrones en madeja, enrollados como un ovillo. En Toscana, sin embargo, adquieren una forma aún diferente, se preparan cortando tiras anchas de pasta al huevo. ¡Un solo nombre para muchas recetas diferentes, tanto en forma como en sustancia! Nosotros hemos elegido realizar y proponeros una de las versiones de esta pasta fresca sin huevos que se realiza con el "hierro", un fino palillo de latón sobre el cual se enrollan trozos de masa hecha de agua y sémola, creando así la típica forma del macarrón. El resultado es una deliciosa pasta rústica para condimentar con una salsa de tomate fresco o un rico ragú de carne!

Si os gusta meter las manos en la masa, también probad estas deliciosas recetas:

INGREDIENTES
Agua 110 g
Sémola 200 g
Sal fina cantidad suficiente

Preparación

Para preparar los macarrones caseros, comience uniendo en un bol la harina de sémola, el agua 1 y la sal. Empiece a amasar con las manos 2 hasta que la masa esté compacta 3,

luego transfiérala a la mesa de trabajo y continúe amasándola con las manos 4. Forme un bollo 5, cúbralo con film plástico 6 y deje reposar en el frigorífico durante al menos 30 minutos.

Pasado el tiempo necesario, retome el bollo. Tome un trozo de masa 7 y haga bastones de masa del grosor de un dedo meñique (aproximadamente medio cm) 8, enrollando con las manos sobre la mesa 9.

Corte con la rasqueta trozos de aproximadamente 3/4 cm 10. Enrolle un trozo alrededor del hierro adecuado (o si no lo tiene puede utilizar un palillo de brocheta) 11. Una vez enrollado, estírelo con ambas manos, sin ejercer demasiada presión, para alargarlo 12.

Deslícelo 13 y obtendrá así los macarrones 14. Coloque la pasta en una bandeja cubierta con un paño ligeramente enharinado 15. Sus macarrones están listos para ser cocidos en agua hirviendo y salada.

Conservación

Recomendamos consumir la pasta fresca inmediatamente. Si desea dejarla secar, puede conservarla cerrada en una bolsa a temperatura ambiente en un lugar seco y fresco. Alternativamente, puede congelarla de la siguiente manera: coloque la bandeja en el congelador y espere a que los macarrones se endurezcan un poco, luego póngalos en una bolsa para congelar por comodidad. No se recomienda poner la pasta cruda en el refrigerador porque podría absorber humedad.

Consejo

Si no tiene el típico hierro, puede utilizar brochetas de madera. ¡Condimente sus macarrones con una salsa de tomate fresco o un buen ragú de carne!

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.