Sopa de garbanzos
- Fácil
- 2 h 50 min
Vino de las Américas hace mucho tiempo, pero la hemos hecho nuestra en mil declinaciones: se trata de la calabaza, paladina de las estaciones frías. Una de las preparaciones en la que emplear este vegetal es la sopa de calabaza: un antiguo primer plato originario de la provincia de Milán donde siempre los tres simples ingredientes protagonistas de este plato se transforman en una delicia aterciopelada. Crema de calabaza, leche entera y pasta corta es una combinación ganadora, que se puede enriquecer si se desea con especias de todo tipo.
Servida bien caliente en una noche entre familia o amigos, ¡el frío desaparecerá por arte de magia haciendo felices a todos!
Para preparar la sopa de calabaza a la milanesa, comience limpiando la calabaza. Córtela por la mitad y luego en gajos, luego vacíela de las semillas y los filamentos internos 1 y elimine la corteza 2. Redúzcala en rodajas de un grosor de 2-3 mm 3 y póngala en una cazuela.
Añada el agua 4, ajuste de sal y pimienta 5 y luego cocine la calabaza durante unos minutos colocando una tapa en la cazuela 6.
Una vez cocida, transfiérala a una batidora y accione las cuchillas hasta reducirla a una crema homogénea 7. En otra cazuela lleve la leche a ebullición 8 y luego añada la calabaza 9, mezclando cuidadosamente.
Vierta la pasta en la crema obtenida 10 y cocínela a fuego moderado, removiendo con frecuencia para que no se pegue al fondo. Condimente con el Grana Padano rallado 11, reservando un poco para la presentación.
Su sopa de calabaza a la milanesa está lista 12.