Scones salados con guisantes y panceta

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PRESENTACIÓN

Los scones salados con guisantes y panceta son una deliciosa variante salada del célebre bollo, que se consume sobre todo en los países anglosajones. Originarios de Escocia, según el Oxford English Dictionary, la primera mención del término "scone" data del lejano 1513, aunque su significado permanece oscuro. Hay diversas fuentes al respecto: la escocesa, por ejemplo, remonta "scone" a "bannock", una torta cortada en trozos.
Desde hace tiempo los scones han experimentado una gran expansión, hasta el punto de que hoy se sirven en mesas inglesas, irlandesas, americanas, escocesas, australianas e incluso neozelandesas. ¿Cómo?
Cada país ha elaborado su variante: rellenos con pasas, dátiles, queso y jarabes, hay versiones fritas y también versiones saladas como la que os proponemos hoy. En esta receta, la masa clásica ligeramente salada se enriquece con la textura delicada de los guisantes y el sabor fuerte de la panceta.
El resultado es un pequeño bollo suave y colorido hecho más sabroso por la adición de estos dos ingredientes. Si luego queréis cometer un irresistible pecado de gula, rellenadlos con un queso cremoso o mascarpone, y con un embutido al gusto, como el jamón cocido, que con su sabor delicado contrasta con el gusto marcado de los guisantes y panceta. Servid los scones salados con guisantes y panceta como finger food y conquistaréis a vuestros invitados ya desde el aperitivo!

INGREDIENTES

Ingredientes para 18 scones
Panceta 100 g
Guisantes 50 g
Harina 00 220 g
Leche entera 150 ml
Mantequilla 50 g - a temperatura ambiente
Cebollas rojas ½
Levadura instantánea para preparaciones saladas 12 g
Tomillo 2 ramitas
Sal fina 2 g
Aceite de oliva virgen extra cantidad suficiente
Para rellenar
Queso fresco para untar 250 g
Jamón cocido 100 g

Preparación

Para preparar los scones salados con guisantes y panceta, comenzad limpiando los guisantes frescos: desgranadlos, abriendo las vainas y guardando los guisantes en un bol 1. Tomad media cebolla dorada, limpiadla, ponedla sobre una tabla de cortar y picadla finamente 2, luego cortad la panceta fresca en cubos 3, usad la que prefiráis: dulce o ahumada. Si no queréis usar panceta fresca, también podéis utilizar la panceta en cubitos que encontraréis en el frigorífico del supermercado.

Tomad ahora una sartén antiadherente, verted un poco de aceite y freíd la cebolla picada 4. Cuando la cebolla esté dorada, añadid la panceta en cubos 5 y finalmente los guisantes frescos desgranados 6. Dejad cocinar a fuego lento durante unos 15-20 minutos, añadiendo, si es necesario, agua para ayudar a la cocción. Una vez cocidos, dejad enfriar.

Mientras tanto, preparad la masa de los scones: poned la harina en un bol grande y añadid la sal 7, la levadura 8 y la mantequilla cortada en trozos a temperatura ambiente 9.

Mezclad los ingredientes, añadid la leche 10 y amasad con las manos 11 hasta obtener una masa bastante compacta 12.

En este punto, añadid los guisantes y la panceta en cubos cocidos y algunas hojas de tomillo 13. Seguid amasando a mano 14 hasta que la masa esté homogénea. Cubrid el bol con film transparente 15 y dejad enfriar y leudar en el frigorífico durante al menos media hora.

Extendid un trozo de papel de horno sobre una superficie de trabajo y colocad la masa una vez endurecida y leudada 16. Cubrid la masa con otro trozo de papel de horno y extendid la masa con un rodillo 17 hasta un grosor de unos 1,5 cm 18.

Luego, cortad círculos de la masa extendida con un cortador de galletas de 6,5 cm de diámetro 19. Trasladad los círculos de masa a una bandeja de horno cubierta con papel de horno 20 e introducid en el horno estático ya precalentado a 200° durante 15 minutos (si usáis un horno con ventilador, hornead a 180° durante unos 10 minutos). Cuando los scones estén ligeramente dorados en la superficie, estarán cocidos 21. Sacadlos del horno y colócalos sobre una rejilla para dejarlos enfriar.

Cuando se hayan enfriado, ponedlos sobre una tabla de cortar o una superficie y partitlos por la mitad 22. Untad con queso fresco o mascarpone 23 y rellenad con jamón cocido (o speck) cortado en rodajas finas. Ahora vuestros scones salados con guisantes y panceta están listos para ser servidos en un plato y disfrutados con su delicioso relleno 24!

Conservación

Conservad los scones salados con guisantes y panceta en una bolsa de plástico para alimentos en el frigorífico durante 2-3 días como máximo. Podéis congelar los scones ya cocidos sin rellenar, para luego descongelarlos a temperatura ambiente cuando los necesitéis.

Consejo

Para una preparación rápida, utilizad panceta en cubos y guisantes congelados. Cuando probéis los scones, cualquier posible pesar por no haber utilizado solo ingredientes frescos desaparecerá a la velocidad de la luz. El día que, en cambio, tengáis tiempo, os recomendamos probar diferentes rellenos, por ejemplo, con los embutidos y quesos que prefiráis. Y por último, buenas noticias para los intolerantes a la leche: podéis sustituir la leche con la de soja, el resultado no cambiará.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.