Supplì a la carbonara

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PRESENTACIÓN

Hoy os tentamos con una receta irresistible dedicada a los amantes de la fritura y del street food: ¡los supplì a la carbonara! Una variante en blanco de los clásicos supplì al telefono que se inspira en otro plato típico de la cocina romana, la carbonara. En este caso el arroz no se condimenta con ragú de carne y mozzarella fundida, sino con una crema de huevos, Pecorino, pimienta y guanciale que envuelve y da sabor a cada grano a la perfección. Sin embargo, las diferencias con la versión original no terminan aquí... para obtener un resultado aún más crujiente hemos optado por un doble empanado con pan rallado y panko que hará cada bocado una sinfonía. ¿Conseguirán los supplì a la carbonara convencer también a los puristas de la tradición? ¡Solo os queda descubrirlo intentándolos con nuestra receta!

Prueba también estas variantes deliciosas:

  • Supplì mozzarella y tomate
  • Supplì radicchio y gorgonzola

 

INGREDIENTES

Para 10 supplì
Arroz Carnaroli 500 g
Agua 1,1 l
Guanciale 400 g
Sal gruesa cantidad suficiente
Para la crema de huevos
Yemas 6
Huevos 2
Pecorino romano 60 g - para rallar
Parmesano Reggiano DOP 40 g - para rallar
Pimienta negra cantidad suficiente
Para empanar y freír
Huevos 4
Pan rallado 150 g
Panko 100 g
Aceite de cacahuete cantidad suficiente

Preparación

Para realizar los supplì a la carbonara, primero quita la corteza del guanciale y córtalo en cubos 1. Coloca el guanciale en una sartén bien caliente 2 y sofríelo a fuego medio durante unos diez minutos, removiendo de vez en cuando y cuidando de no quemarlo 3. Una vez listo, escurre el guanciale y reserva la grasa liberada durante la cocción.

Mientras tanto, pon una olla con agua al fuego para cocinar el arroz, añade un poco de sal gruesa y lleva a ebullición. Echa el arroz y cocina durante unos 15 minutos, removiendo a menudo para evitar que se pegue 4. Mientras se cocina el arroz, prepara la crema de huevos: vierte los huevos y las yemas en un bol, luego añade el Parmigiano Reggiano DOP 5 y el Pecorino 6.

Pimienta 7 y añade en hilo la grasa del guanciale 8 mientras bates con una batidora de mano; alternativamente, puedes usar un batidor manual. Debes obtener una mezcla suave y homogénea 9.

Transcurrido el tiempo de cocción del arroz, verifica que haya absorbido toda el agua, luego añade el guanciale sofrito 10 y la mezcla de huevos 11. Mezcla bien para amalgamar todo y ajusta de sal si es necesario, luego transfiere el arroz condimentado a una bandeja de horno 12 y deja enfriar a temperatura ambiente. Cubre con film transparente y mete en la nevera durante 12 horas.

Transcurrido el tiempo de enfriamiento, humedece tus manos con agua y toma porciones de arroz de unos 100 g cada una. Forma los supplì compactándolos bien para obtener una forma cilíndrica 13; con estas cantidades obtendrás unos diez. Después de formar todos los supplì pasa al doble empanado: pasa cada supplì primero por los huevos batidos 14 y luego por el pan rallado 15.

Repite el empanado pasando nuevamente el supplì por los huevos batidos 16 y finalmente cúbrelo con el panko 17. Coloca los supplì empanados en una bandeja 18.

Estás listo para freír: calienta el aceite de semillas hasta una temperatura de 170°, luego sumerge 1 o 2 supplì a la vez 19 y fríe durante un par de minutos, cuidando de que no se apoyen en el fondo para obtener un dorado uniforme. Escurre 20 y transfiere los supplì a la carbonara a papel para fritos 21. ¡Sirve inmediatamente!

Conservación

Se recomienda consumir los supplì a la carbonara recién hechos. Alternativamente, puedes conservarlos en la nevera por un día y calentarlos en el horno antes de servir.

Consejo

Si prefieres, puedes sustituir el guanciale por panceta, o utilizar solo Pecorino para un sabor más intenso. Por el contrario, para un sabor más suave, puedes optar solo por Parmigiano Reggiano DOP.

Como alternativa al panko, puedes utilizar pan rallado de consistencia rústica y gruesa.

La cocción del arroz por absorción mantiene todo el almidón dentro de la olla, permitiéndote obtener un arroz más cremoso y fácil de moldear.

No tires la corteza del guanciale, ¡úsala para dar sabor a una sopa por ejemplo!

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.