Tortiglioni pasticciati

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PRESENTACIÓN

Los tortiglioni revueltos son un primer plato muy rico y nutritivo con un condimento a base de guanciale, radicchio y champiñones. En esta receta, el consolidado binomio de radicchio y toma se enriquece aún más añadiendo una marcha más de sabor: la particularidad de nuestros tortiglioni es dada de hecho por una cremosa bechamel preparada con una mezcla de quesos de sabor intenso como el Asiago, la toma Piamontesa y la Fontina, que confieren una nota rústica y decidida en un agradable crescendo de sabores. Una vez listos, pasad los tortiglioni al horno para que se vuelvan más crujientes y luego servidlos bien calientes: ¡será el toque perfecto para completar este plato de la mejor manera!

INGREDIENTES

Tortiglioni 320 g
Guanciale 100 g - (en rodajas finas)
Radicchio 250 g
Champiñones 250 g
Vino blanco 50 g
Sal fina 1 pizca
Para la bechamel de quesos
Asiago 100 g
Toma piamontesa 100 g
Fontina 100 g
Leche entera 500 g
Mantequilla 50 g
Harina 00 50 g
Para espolvorear
Grana Padano DOP 40 g - (para rallar)

Preparación

Para preparar los tortiglioni revueltos comienza con la limpieza de los champiñones; con un cuchillo afilado de hoja lisa comienza a eliminar la parte terrosa del tallo 1, raspándolo con delicadeza hasta eliminar cualquier rastro de tierra. Si los champiñones están bastante limpios, elimina los pocos residuos de tierra con un pincel o con un paño de algodón 2 (si por el contrario están todavía muy sucios, pásalos rápidamente bajo un chorro de agua corriente fría). Terminada la limpieza, corta los champiñones enteros a lo largo 3 y reserva.

Lava bajo abundante agua fresca el radicchio y córtalo en tiras 4. Corta en tiras también el guanciale 5, luego hazlo dorar en una sartén antiadherente durante 5-6 minutos. Cuando el guanciale esté bien crujiente y dorado, añade los champiñones 6;

desglasa con el vino blanco 7 y cocina durante 10 minutos a fuego alto, sazonando con sal a tu gusto. Transcurrido el tiempo necesario, apaga y añade también el radicchio cortado en tiras 8, mezclando con una espátula para que se ablande y para amalgamar bien todos los ingredientes 9. Mientras tanto, pon al fuego una olla grande con abundante agua salada que necesitarás para cocinar la pasta.

Cuando el agua de la pasta haya rozado el punto de ebullición, cocina los tortiglioni al dente 10. Mientras tanto, puedes preparar la bechamel de quesos: corta todos los quesos en tiras 11, luego pon a calentar en un cazo la leche 12.

Aparte, derrite la mantequilla a fuego bajo 13; cuando la mantequilla se haya derretido, apaga y añade la harina tamizada en forma de lluvia 14, mezclando con un batidor para evitar la formación de grumos. Luego vuelve a poner al fuego lento y mezcla hasta que se dore: así obtendrás el roux 15.

Cuando la leche haya rozado el punto de ebullición, derrite completamente los quesos en la leche caliente 16. Añade la mezcla de leche y quesos poco a poco al roux 17, mezclando enérgicamente todo con el batidor. Cocina durante 5-6 minutos a fuego bajo hasta que la salsa se haya espesado 18 y comience a hervir. En este punto apaga el fuego y reserva.

Después de 12 minutos, los tortiglioni estarán al dente: escúrrelos y añádelos al condimento que has preparado previamente 19. Vierte sobre la pasta la bechamel de quesos 20, mezclando con una espátula para amalgamar bien todo 21.

Distribuye los tortiglioni en una fuente para horno 22 y espolvorea con el queso rallado 23. Haz dorar la pasta en horno estático precalentado a 230° durante 5-6 minutos, hasta que se vuelva dorada y crujiente: saca tus tortiglioni revueltos del horno y sírvelos bien calientes 24.

Conservación

Conserva los tortiglioni revueltos en el frigorífico durante un máximo de 2 días en un recipiente hermético. Pueden ser congelados antes de la cocción en horno si has utilizado ingredientes frescos y no descongelados.

Consejo

Para realizar este plato, puedes utilizar un tipo de pasta diferente como los lumaconi o los conchiglioni, que son particularmente ideales para acoger un rico condimento. En tu bechamel en lugar del Asiago, prueba el gorgonzola u otro tipo de queso: ¡el sabor está asegurado!

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.