Focaccia
- Difícil
- 1 h 5 min
La Focaccia es deliciosa en todos los sabores y en todas las formas. ¿Pero alguna vez has probado a hacer una versión invernal como esta? La focaccia de calabaza encierra toda la dulzura de la calabaza y la libera bocado tras bocado, mientras que las agujas de romero desprenden un aroma increíble. Realizarla es realmente sencillo: la calabaza triturada se añade a la masa, de modo que se mezcle a la perfección. Podrás disfrutarla sola, utilizarla para enriquecer la cesta del pan o rellenarla para una merienda deliciosa. ¿Alguna idea? ¡Prueba con speck y queso de montaña, y verás qué delicia!
Y si eres amante de los amasados con calabaza prueba también estas recetas:
Para preparar la focaccia de calabaza, empieza por esta misma. Elimina la piel exterior utilizando un pelador 1. Corta la calabaza en rodajas y elimina las semillas si las hubiera. Debes obtener 300 g de pulpa y cortarla en cubos 2. Transfiere la calabaza a una vaporera 3 y cocínala durante unos 20 minutos.
Comprueba la cocción pinchando la calabaza con un tenedor, hasta que esté lo suficientemente blanda 4. Transfiérela a una batidora 5 y añade el agua 6.
Tritura hasta obtener un puré 7. En un bol grande vierte los 2 tipos de harina 8 y añade la levadura seca de panadería 9.
Agrega también el aceite de oliva 10, el azúcar 11 y el puré de calabaza 12.
Mezcla con una cuchara 13 hasta amalgamar los ingredientes 14. Cubre con film transparente y deja reposar 15 minutos a temperatura ambiente 15.
Retoma luego la masa 16 y mezcla nuevamente con una espátula. Añade la sal 17 y continúa amasando en el bol. Vuelca la masa sobre una superficie de trabajo ligeramente untada con aceite de oliva y forma una bola dando primero algunas plegaduras de refuerzo 18.
Transfiere la bola a un bol previamente usado, aún untado 19. Cubre con film transparente y deja que leve hasta que duplique su tamaño 20. Tardará unas 5 horas en un lugar cálido y sin corrientes de aire. Una vez levada, retoma la masa y transfiérela a una bandeja rectangular, de 25x30 cm, forrada con papel de horno aceitado. Extiende la masa con las manos hasta cubrir toda la superficie 21.
Cubre con film transparente 22 y deja que leve una hora más. Espolvorea la superficie con agujas de romero 23 y hornea en horno estático precalentado a 200° durante unos 30 minutos, en la bandeja central, o hasta que esté dorada tanto en la base como en la superficie. Saca del horno 24, deja templar y ¡sirve!