Melocotones rellenos de robiola con salsa de cerezas picante

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PRESENTACIÓN

Deliciosos, únicos y difíciles de clasificar: podríamos definir así estos melocotones rellenos de robiola con salsa de cerezas picante, agridulces y picantes, en equilibrio entre dulce y salado. Fruta, queso, guindilla... la lista de ingredientes de esta receta puede despertar alguna duda, pero el sabor sabrá disipar cualquier incertidumbre en un abrazo arrollador. La dulzura pulposa de los melocotones asados, el relleno fundente de robiola, la ola intensa y picante de la salsa de cerezas y el toque salado y crujiente de los pistachos os conquistarán. Quedará solo una pregunta: ¿cuándo servir estas pequeñas delicias? Podría ser un entrante a medio camino entre lo dulce y lo salado, como los albaricoques en hojaldre rellenos de scamorza... pero por su aspecto, que recuerda a un postre helado, a nosotros nos gusta la idea de disfrutarlos al final de la comida, en sustitución del dulce o como su preludio. Sin embargo, este es un plato al que las reglas le vienen estrechas, así que dejad de lado la teoría y pasad a la práctica: preparad los melocotones rellenos de robiola con salsa de cerezas picante y disfrutadlos cuando más os apetezca!

INGREDIENTES

Ingredientes para 4 melocotones rellenos
Melocotones 2
Robiola 220 g - (fría de la nevera)
Granillo de pistachos 10 g
Aceite de oliva virgen extra 5 g
Sal fina 1 pizca
Para la salsa de cerezas picante
Cerezas 150 g
Zumo de limón 15 g
Azúcar 25 g
Chile fresco 1
Para decorar
Cerezas 4

Preparación

Para preparar los melocotones rellenos de robiola con salsa de cerezas picante, comenzad preparando la salsa. Lavad las cerezas, quitadles el hueso y el rabillo, y cortadlas por la mitad 1. Cortad también en trozos la guindilla fresca 2 y ponedla con todas sus semillas en un cazo, junto con las cerezas 3.

Añadid también el azúcar 4, después exprimid el limón 5 y unid el zumo en el cazo 6.

Mezclad, y dejad hervir a fuego lento la salsa durante unos 10 minutos 7. Triturad la salsa con la batidora de mano 8, filtradla a través de un colador 9

y ponedla en la nevera a enfriar durante al menos un par de horas 10. Podéis adelantaros preparando la salsa incluso unos días antes, conservándola en la nevera en un recipiente hermético. Pasad entonces a los melocotones: cortadlos por la mitad a lo largo de la costura 11 y quitadles el hueso 12.

En un cuenco unid el aceite y la sal 13, sumergid un pincel de cocina y untad la emulsión sobre la parte cortada de los melocotones 14. Calentad una plancha, y cuando esté bien caliente asad los melocotones por el lado cortado 15, durante 3-4 minutos.

Cuando los melocotones estén listos, reservadlos 16. En un cuenco poned la robiola bien fría de la nevera y aplastadla un poco con una cuchara para que quede cremosa. Con un sacabolas de helado recoged una bola de robiola 17 y rellenad con ella una mitad de melocotón, que habréis puesto en el platillo de postre 18.

Tomad la salsa de cerezas, ponedla en un biberón de cocina para facilitar la operación y verted alrededor de un cuarto en el plato 19. Finalmente esparcid un cuarto de la granilla de pistacho 20 y completad el plato con una cereza entera 21. Proceded de la misma manera con las demás porciones: ¡vuestros melocotones rellenos están listos para disfrutar!

Conservación

Los melocotones rellenos deben disfrutarse en el momento. Podéis conservar los melocotones asados, cerrados en la nevera en un recipiente hermético, por un máximo de 1 día. La salsa de cerezas se conserva en la nevera, en un tarro con cierre hermético, por una semana.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.