Parmigiana de cardos

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PRESENTACIÓN

El cardo es una hortaliza muy particular tanto en su aspecto como en su sabor. Os preguntaréis por qué, si se parece tanto a las costillas de apio. Pues bien, de la famosa y fragante planta, considerada incluso medicinal en tiempos de Homero, el cardo solo tiene el aspecto porque el sabor es realmente similar al de la alcachofa. ¿Y qué mejor manera de cocinar los cardos que con una salsa de carne? He aquí la parmigiana de cardos, también llamada gobbi a la perugina ya que parece que esta receta es típica precisamente de la ciudad del mismo nombre en Umbría, aunque también es común en otras zonas de Italia como Lacio y Marcas. Si nunca habíais pensado en poder preparar una parmigiana de cardos, bien, ha llegado el momento de ponerse el delantal para preparar esta delicia!

INGREDIENTES
Ingredientes para una fuente de 30x20 cm
Cardi 1 kg
Tomates pelados 500 g
Ternera 200 g - (picado)
Cerdo 200 g - (picado)
Apio 50 g
Zanahorias 50 g
Cebollas doradas 50 g
Huevos 4
Harina 00 250
Aceite de oliva virgen extra 40 g
Aceite de cacahuete 500 ml - para freír
Parmesano Reggiano DOP 150 g - rallado
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente

Preparación

Para preparar la parmigiana de cardos, empezad con la cocción de la salsa de tomate con carne. Luego limpiad y picad finamente a cuchillo apio, zanahoria y cebolla, y sofreídlo todo en una cacerola donde habréis vertido aceite de oliva virgen extra 1. Añadid luego la carne picada de ternera y cerdo 2 y sofreídla durante unos minutos y después añadid también la pulpa de tomate 3.

Ajustad de sal y pimienta 4 y dejad cocer todo durante 30 minutos a fuego medio. La salsa estará lista tan pronto como hayáis obtenido la consistencia que prefiráis 5. Mientras tanto, pasad a la limpieza de los cardos. Eliminad las primeras costillas más externas: son muy duras y amargas 6.

Llegad a las más internas, que son más delicadas y sabrosas, luego eliminad los filamentos con la ayuda de un pelador 7 y cortad en trozos de 6-7 cm, de esta forma la cocción será uniforme 8. Inmediatamente sumergid los trozos de cardo en agua fría acidulada 9, es decir, donde habréis exprimido el jugo de un limón, de esta forma no se oscurecerán.

Escurrid los cardos y hervidlos durante 2 minutos en agua hirviendo con sal 10 luego dejadlos escurrir bien para que también se enfríen 11. Batid los huevos en un pequeño recipiente junto con una pizca de sal y pimienta negra molida 12,

enharinad los trozos de cardo 13 y luego pasadlos por los huevos 14. Freíd pocos a la vez en una cacerola con aceite de semillas caliente (revisad con un termómetro de cocina que no supere la temperatura de 170-180°) durante unos 4-5 minutos, o hasta que hayan formado una costra dorada en la superficie.15

A medida que los cocináis, ponedlos a escurrir sobre papel absorbente para absorber el exceso de aceite 16. Cubrid el fondo de una fuente de 30x20 con un poco de salsa 17, distribuyendo uniformemente y luego colocad los cardos fritos uno al lado del otro 18.

Formad la primera capa, poned un poco más de salsa 19 y espolvoread con parmesano rallado 20 y continuad así, alternando las capas de cardos 21 con la salsa y el queso hasta terminar los ingredientes.

En la última capa de vuestra parmigiana, espolvoread el parmesano rallado restante 22 y hornead en horno precalentado a 180° durante 25 minutos en modalidad estática (en horno ventilado coced a 160° durante 15 minutos). Para obtener la costra en la superficie, coced otros 5 minutos en modo grill. Esperad 5 minutos 23, necesarios para que se asiente todo, y luego servid vuestra parmigiana de cardos aún caliente 24!

Conservación

La parmigiana de cardos se puede conservar en el frigorífico hasta 2 días, manteniéndola en la fuente bien envuelta en film transparente. También se puede congelar si habéis utilizado solo ingredientes muy frescos y no descongelados previamente.

Consejo

Una versión igualmente deliciosa de la parmigiana de cardos es la blanca! Para hacerla, simplemente sustituid la salsa de tomate con bechamel y utilizad jamón cocido en lonchas, entre una capa y otra. Podéis hacer más fragante vuestra salsa de tomate añadiendo albahaca al final de la cocción o utilizar una pizca de guindilla fresca para añadir al momento del sofrito.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.