Albóndigas de mijo con verduras y crema de habas

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PRESENTACIÓN

Las albóndigas de mijo con verduras y crema de habas son una receta deliciosa, ideal para preparar unos finger foods alternativos. Excelentes para enriquecer de manera original vuestro buffet, o para servir como un segundo plato delicado y sabroso a la vez. Una receta ligera para el verano, hecha aún más deliciosa por la crema de habas que las acompaña. El mijo, antiguo cereal con múltiples propiedades y vuelto a la moda en los últimos años por su versatilidad, es ideal para la preparación de muchas recetas, como sopas, croquetas o pasteles. El mijo, de hecho, es perfecto también para preparar albóndigas de una manera innovadora, ya sean fritas o al horno, que quedarán suaves por dentro y crujientes por fuera. Además, es un cereal sin gluten y rico en vitaminas, al igual que la quinoa, por lo tanto, es excelente para las intolerancias al trigo o para las dietas sin gluten. Si os faltan ideas y queréis sorprender a vuestros amigos con una receta particular e inusual, ¡probad a preparar estas deliciosas albóndigas de mijo con verduras y crema de habas y dejaréis a todos boquiabiertos!

Probad también esta sabrosa variante: albóndigas de lentejas y quinoa.

INGREDIENTES

Ingredientes para 32 albóndigas
Mijo 200 g - pelado bio
Agua 550 g
Aceite de oliva virgen extra 25 g
Pan rallado 50 g - sin gluten
Perejil 5 g - (para picar)
Cúrcuma en polvo 1 pizca
Sal fina 1 pizca
Ajo 1 diente
Calabacines 100 g
Zanahorias 100 g
Chalote 15 g
Berenjenas 100 g
para empanar y cocinar
Pan rallado 40 g - sin gluten
Aceite de oliva virgen extra 20 g
para la crema de habas
Habas 150 g - (desgranadas)
Menta 2 hojas
Aceite de oliva virgen extra 10 g
Sal fina 1 pizca

Preparación

Para preparar las albóndigas de mijo con verduras y crema de habas, empezad por la preparación del mijo. Enjuagad bien el mijo bajo un chorro de agua fría y escurridlo 1, picad finamente el chalote 2 y cortad la zanahoria en cubos 3.

Cortad, también en cubos, la berenjena 4 y el calabacín 5 y reservad. Luego calentad el aceite en una sartén y añadid el mijo 6,

dejadlo tostar durante unos minutos, removiendo de vez en cuando 7, luego verted el agua caliente poco a poco 8, añadid la sal 9 y dejad cocer durante 25 minutos.

Una vez cocido, trasladad el mijo a un bol 10 y dejad que se enfríe completamente. En otra sartén, pochad el chalote en un poco de aceite a fuego lento 11, luego añadid las zanahorias 12,

luego las berenjenas 13 y finalmente los calabacines 14. Salar todo 15,

y dejad cocer durante 20 minutos, añadiendo un cucharón de agua caliente o caldo de verduras 16 hasta que estén blandas 17. Ahora dedicad tiempo a la preparación de la crema de habas: desgranadlas una a una 18,

y una vez desgranadas todas 19, escaldadlas durante unos 10-15 minutos 20. Verted las habas en un recipiente alto, añadid aceite, menta y sal 21

y batid todo con una batidora de inmersión 22, hasta obtener una mezcla cremosa 23. Añadid al mijo frío: las verduras 24,

el perejil picado 5, un diente de ajo machacado 26 y la cúrcuma 27.

Por último, añadid también 50 g de pan rallado sin gluten 28 para obtener una consistencia adecuada para trabajar las albóndigas. Luego formad las albondiguillas 29 tomando unos 25 g de mezcla a la vez y dando una forma redonda y ligeramente aplanada, luego pasad cada albóndiga por el pan rallado 30 y continuad así hasta terminar la masa.

Cocinad las albóndigas en una sartén antiadherente con un poco de aceite de oliva virgen extra 31, dorándolas bien en ambos lados 32 para obtener una superficie crujiente y sabrosa. Si queréis, también podéis cocinarlas en horno estático a 180° durante 18-20 minutos o en horno ventilado a 160° durante 10-15 minutos. Servid vuestras albóndigas de mijo con verduras como entrante o como segundo plato junto con la crema de habas 33.

Conservación

Podéis conservar las albóndigas de mijo con verduras en el frigorífico durante un día si están crudas, o durante dos o tres días como máximo si ya las habéis cocinado, siempre guardándolas en un recipiente hermético. Podéis congelar las albóndigas crudas y luego cocinarlas cuando las necesitéis.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.