Chiffon cake
- Fácil
- 1 h 25 min
- Kcal 491
Los albaricoques son una fruta de verano y julio es justo el mes en que los árboles están en su máxima productividad. Si también vuestras casas abundan de esta fantástica fruta de color naranja y después de haber realizado la clásica Confitura de albaricoque estáis buscando nuevas ideas para utilizar la cosecha, estáis en el lugar correcto: ¡la tarta de albaricoques es lo que necesitáis! Un dulce de consistencia suave para comenzar el día de la mejor manera, o para disfrutar junto a un vaso de té frío para una merienda vespertina reconfortante. La tarta de albaricoques os conquistará con su delicadeza, y con los trozos de fruta encerrados en su interior que descubriréis en cada rebanada. Y si durante los meses de invierno os entra un poco de melancolía, podéis mimaros realizando igualmente este dulce, ¡bastará con sustituir los albaricoques frescos por los en almíbar!
¡Probad también la variante con la masa quebrada, o aquella sin mantequilla como la tarta de albaricoques y ricotta!
Para preparar la tarta de albaricoques empezad precisamente con la fruta. Elegid albaricoques dulces, maduros pero de pulpa firme. Lavarlos delicadamente bajo el agua corriente 1. Reservad 5 albaricoques enteros, que servirán para la decoración final, y ayudándoos con un cuchillo dividid los otros albaricoques a la mitad 2, luego eliminad el hueso central y sin pelarlos, cortadlos en cubos de aproximadamente 1,5 cm 3 y reservadlos.
En este punto dedicad a realizar el batido de vuestra tarta. Verted la mantequilla a temperatura en el bol de una batidora, luego añadid el azúcar 4 y comenzad a batir con la batidora a velocidad media. Mientras tanto, extraed las semillas de la vaina de vainilla, incidiéndola y raspándolas con un cuchillito, luego añadidlas en la crema de mantequilla y azúcar 5. Una vez obtenido un compuesto suave y bien montado, añadid también el yogur poco a poco 6.
Verted los huevos enteros y la yema, uno por uno, y dejadlos incorporar al batido 7, luego batid durante unos minutos y apagáis la máquina. Tamizad la harina, mezclada junto con la levadura, directamente en el bol 8 y mezclad con una batidora de mano 9, prestando atención a no desmontar demasiado el compuesto. Añadid en este punto también la sal.
Añadid en el batido también los trozos de albaricoque 10 y mezclad hasta que todo esté bien integrado. Verted el compuesto en un molde de 24 cm de diámetro, previamente enmantecado y forrado con papel para hornear 11 y nivelad la superficie con una espátula 12.
Recoged los albaricoques reservados, cortadlos a la mitad, quitad el hueso y colocadlos delicadamente sobre la superficie de la tarta con la parte hueca hacia abajo 13. Hornead en horno estático precalentado a 180°C durante unos 60 minutos (si usáis horno ventilado coced a 160°C durante unos 40 minutos) 14. Para aseguraros de que la tarta está efectivamente cocida, probad punzándola en el centro con un palillo: si sale seco, vuestra tarta de albaricoques está cocida. Una vez horneada, dejad enfriar el dulce antes de desmoldarlo, luego colocadlo sobre una rejilla para que se enfríe completamente, después en un plato de presentación 15. Si lo preferís, podéis espolvorear vuestra tarta de albaricoques con azúcar glas y servirla.