Muslos de pollo en costra
- Fácil
- 55 min
La pechuga de pollo a la sartén es un segundo plato sencillo y rápido, perfecto para una cena ligera pero llena de sabor. Con pocos ingredientes y una preparación práctica, esta receta te permitirá llevar a la mesa una carne tierna y jugosa, sazonada con aromas frescos y un ligero dorado que resalta todo su sabor.
Un gran clásico de la cocina diaria, imprescindible en la dieta mediterránea e ideal cuando se tiene poco tiempo pero no se quiere renunciar a una comida nutritiva y equilibrada. La pechuga de pollo a la sartén es también una excelente base para personalizar con especias, guarniciones de temporada o un chorrito de limón para un toque extra de frescura.
Ya sea para un almuerzo rápido o una cena en familia, la pechuga de pollo a la sartén conquistará a todos con su sencillez... ¡una receta salvadora de cenas que nunca decepciona!
Si amas los segundos platos a base de pollo, prueba también estas variantes deliciosas:
Receta a cargo de Michela Carta
Preparar la pechuga de pollo a la sartén es rapidísimo, en primer lugar, calienta en el fuego una sartén antiadherente con un chorrito de aceite de oliva virgen extra 1 y 2 o 3 dientes de ajo enteros con piel, pero aplastados, para que den sabor sin dar un gusto demasiado persistente 2. Luego coloca las pechugas de pollo cuando el aceite esté caliente 3.
Después de agregar todas las pechugas 4, añade unas ramitas de romero 5 y unas hojas de salvia 6.
A continuación, dóralas a fuego vivo 7 8, deben quedar doradas, dales la vuelta y continúa la cocción por el lado opuesto 9, tomará alrededor de 6-7 minutos por lado.
Cuando la pechuga de pollo esté dorada por ambos lados, rocía con vino blanco 10 y deja evaporar la parte alcohólica, luego baja el fuego. Ajusta de sal 11 y pimienta 12.
Una vez cocido, transfiérelo a un plato de servir 13 cubriéndolo con la salsa del fondo de cocción 14 y añade algunas hojas de salvia y un poco de romero 15. ¡Ahora solo queda servirlo!