Polenta y alubias

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PRESENTACIÓN

En esta receta queremos proponer una de las preparaciones más tradicionales y auténticas: la polenta. Cuántas historias en espera de que la unión entre harina de maíz y agua hiciera magia, mezclando continuamente en el caldero de cobre con el clásico palo de madera... hoy os invitamos a preparar polenta y alubias, un comfort food perfecto para compartir en los días más fríos del invierno. De esta receta existen muchas versiones, con o sin panceta o cortezas, o los famosos "Calzagatti" de Módena, que consistían en freír o calentar a la parrilla las porciones después de la cocción. Nosotros os proponemos disfrutarla simplemente así... caliente y cremosa, sazonada con sabrosas alubias borlotti con tomate. Porque la polenta y alubias es la síntesis perfecta de los sabores de antaño, capaces de conquistar los paladares con su franqueza. ¿Cómo describir brevemente este plato? ¡Histórico pero actual, absolutamente irresistible!

Prueba también estas recetas tradicionales a base de polenta:

  • Polenta concia
  • Polenta con salchicha y queso
  • Polenta frita
  • Polenta taragna

INGREDIENTES

para la polenta
Harina de maíz 250 g - para polenta
Agua 1 l
Aceite de oliva virgen extra 6 g
Sal gruesa 3 g
Para las alubias
Alubias borlotti secas 500 g
Tomates San Marzano 400 g
Agua 1 ½ l
Chalote 40 g
Laurel cantidad suficiente
Romero cantidad suficiente
Orégano cantidad suficiente - seco
Aceite de oliva virgen extra 30 g
Sal fina cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente

Preparación

Para preparar polenta y alubias, comienza remojando las alubias durante al menos 12 horas 1, quizás la noche anterior. Luego, escúrrelas y enjuágalas bajo agua corriente fría 2. Después viértelas en una cazuela de bordes altos 3.

Cubre las alubias con agua 4, aromatizando con las hojas de laurel 5 y el romero bien lavados 6.

Sala 7 y añade pimienta. Lleva a ebullición, luego cubre con la tapa y cocina durante aproximadamente una hora a fuego lento. Mientras las alubias se cocinan, dedícate a la salsa: pica finamente la chalota 9.

Sofríe la chalota con el aceite en una sartén antiadherente, continuando a mezclar para evitar que se queme 10. Cuando la chalota esté bien dorada, añade los tomates 11 y aplástalos con el cucharón. Aromatiza con el orégano 12 y mezcla bien todo.

Cocina a fuego lento con la tapa durante unos 20 minutos, mezclando de vez en cuando 13. Pasado este tiempo y finalizada también la cocción de las alubias, elimina de estas últimas el romero 14 y las hojas de laurel 15.

Une la salsa de tomate a las alubias 16 y mezcla bien los ingredientes para que los aromas se integren 17. Deja cocinar así a fuego lento durante otros 30 minutos. Mientras finalizas la cocción de las alubias, dedícate a la preparación de la polenta: toma otra cazuela de bordes altos, llénala con agua y lleva a ebullición, añadiendo sal y aceite. Cuando el agua hierva, vierte la harina de maíz en forma de lluvia, continuando a mezclar enérgicamente con un batidor de mano para evitar la formación de grumos 18.

Cocina la polenta durante unos 50 minutos a fuego lento, continuando a mezclar frecuentemente con un cucharón de madera para integrar bien los ingredientes y evitar la formación de grumos 19. En este punto, la polenta también estará lista: preséntala preferiblemente en platos de terracota, colocando encima algunas cucharadas de alubias (si mientras tanto se han enfriado, puedes calentarlas ligeramente antes de servir) 20. Sazona con un hilo de aceite y una pizca de pimienta, adorna con algunas agujas de romero y sirve tu polenta y alubias aún humeante 21!

Conservación

Polenta y alubias se puede conservar en el frigorífico dentro de un contenedor hermético por un máximo de 3-4 días.

Las alubias también se pueden conservar en el frigorífico dentro de un contenedor hermético por un máximo de 2 días.

No se recomienda la congelación.

Consejo

En algunas versiones de polenta y alubias se añaden también las cortezas que harán la preparación aún más rica y sustanciosa!

Si lo prefieres, puedes sustituir la chalota por cebolla roja.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.