Muslos de pollo al horno

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PRESENTACIÓN

Los muslos de pollo al horno son un segundo plato que conquista a todos gracias a su sabor sencillo. La cocción al horno permite resaltar los sabores naturales del pollo, que, enriquecido por una emulsión de aceite, vino blanco y hierbas aromáticas, adquiere un sabor envolvente e irresistible. Las patatas, cortadas en cubos y cocinadas junto al pollo, absorben los jugos liberados durante la cocción, volviéndose doradas y sabrosas, un acompañamiento que se casa a la perfección con la ternura de la carne. Los muslos de pollo al horno son ideales para esos almuerzos o cenas familiares en los que quieres llevar a la mesa algo genuino.

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INGREDIENTES
Muslos de pollo 2
Patatas 350 g
Aceite de oliva virgen extra 20 g
Vino blanco seco 50 g
Romero 1 ramita
Salvia cantidad suficiente
Ajo 1 diente - escalfado
Sal cantidad suficiente
Pimienta negra cantidad suficiente

Preparación

Para preparar los muslos de pollo al horno, lo primero que hay que hacer es colocar los muslos en una fuente y añadir el aceite 1, el vino blanco seco 2 y la salvia picada con un cuchillo 3.

Añade también el romero 4 y el ajo en camisa 5. Baña bien los muslos en la emulsión y deja reposar durante unos minutos. Mientras tanto, pela las patatas 6 y córtalas en cubos de unos 3 cm, luego lávalas y sécalas con un paño limpio.

Ponlas en la fuente 7, ajusta de sal y pimienta y mezcla todo 8. Cocina en horno ventilado, precalentado, a 180°C durante 85 minutos, girando el pollo de vez en cuando. Una vez cocido, prolonga la cocción otros 5 minutos en modo grill. Deja enfriar un poco y tus muslos de pollo al horno están listos para ser servidos 9.

Conservación

Los muslos de pollo al horno deben consumirse recién hechos, pero se pueden conservar en el frigorífico, en un recipiente cerrado, durante un máximo de 2 días.

Consejo

Puedes preparar el pollo con antelación y dejarlo marinar en el frigorífico durante 1 hora cubierto con film transparente. Si te gustan los sabores intensos, puedes añadir curry, pimentón dulce o ahumado. Además de las patatas, puedes enriquecer la fuente con zanahorias, cebollas, calabacines o pimientos cortados en trozos.

Para la traducción de algunos textos, se pueden haber utilizado herramientas de inteligencia artificial.